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El Ayuntamiento de Barcelona obligará a instalar placas solares en los edificios nuevos y rehabilitados

Blanca Cia

Los edificios que se construyan en Barcelona y los que se rehabiliten de forma integral deberán tener instalados paneles de energía solar. La ordenanza que está ultimando el Ayuntamiento persigue que la energía solar cubra el 60% del consumo de agua caliente de esos edificios. Según los cálculos del Ayuntamiento, cuatro metros cuadrados de placa solar y un acumulador son suficientes para cubrir el consumo de agua caliente de una familia de cuatro personas, y la inversión es inferior "a lo que cuesta un coche de los baratos", explica el concejal Josep Puig.

Éste es el primer paso. El objetivo del Ayuntamiento es que la energía solar cubra parte de las necesidades de la ciudad de Barcelona a medio plazo. "La cantidad de energía que proporciona el sol sería suficiente para cubrir 10 veces todo el consumo energético de la ciudad y 28 veces el consumo eléctrico", explica el concejal de Ciudad Sostenible, Josep Puig, que fue elegido por Iniciativa per Catalunya-Verds y es uno de los impulsores de la nueva ordenanza. La normativa se aprobará en el pleno de febrero. Puig es uno de los firmes defensores de la revolución energética y está convencido de que con la energía solar ocurrirá lo mismo que con la informática: "Hace 20 años poca gente tenía ordenadores y ahora están completamente extendidos". La superficie de placas solares en Barcelona es ahora casi simbólica: 700 metros cuadrados. Los estudios realizados por el Ayuntamiento concluyen que muchos de los edificios de la ciudad no presentan problemas para la instalación de placas solares. "La superficie que se requiere es de unos 20 metros cuadrados para un inmueble de tipo medio", explica Puig. El concejal insiste en que la energía solar para consumo de agua caliente no resulta tan cara: "Una caldera de gas cuesta unas 100.000 pesetas, pero pagas metros cúbicos de gas toda la vida, mientras que la instalación de placas solares y la compra de un acumulador representa una inversión de unas 300.000 pesetas por familia. Esta inversión se amortiza fácilmente". Puig explica que instaló placas solares en su domicilio en 1985 y ha amortizado sobradamente la inversión porque con la energía solar su factura de gas se ha reducido a unas 2.000 o 3.000 pesetas mensuales. Los responsables municipales son conscientes de que no será fácil promover el uso de la energía solar en los edificios ya existentes, pero con la nueva ordenanza pretende garantizar que se cubra el 60% del consumo de energía para agua caliente de los nuevos edificios. La instalación de las placas es compatible con el uso de calentadores de gas. Polideportivo De momento han empezado a predicar con el ejemplo. El Ayuntamiento ha instalado 70 metros de paneles en un polideportivo municipal y tiene previsto hacer lo mismo con todos los demás. "El ahorro que puede representar en los gastos de mantenimiento es considerable", apunta Puig. También colocará placas fotovoltaicas en las azoteas de dos edificios situados entre la plaza de Sant Jaume y la de Sant Miquel. Con ellas cubrirá por lo menos el 10% del consumo energético de estos inmuebles. Además proyecta instalar una pérgola solar en uno de los túneles de la ciudad -el de la Rovira- con la que obtendrá energía para el sistema de iluminación y ventilación. El alcalde Joan Clos inauguró el mes pasado la primera central de energía fotovoltaica conectada a la red que hay en Barcelona. Se trata de la Fundación Terra, que ha instalado 21 paneles capaces de generar unos 4.000 kilovatios al año. El Ayuntamiento dispone de un servicio de información para quienes estén interesados en optar por la energía solar. Para impulsar la implantación de energías renovables, el consistorio ha venido subvencionando el 20% del coste de la colocación de las placas solares. A partir de este año, la subvención se incrementará hasta el 25% de la inversión. "Tenemos que cambiar la idea de la ciudad como gran consumidora de energía. La urbe también puede producir una parte de la que necesita con algo tan sencillo, para un país mediterráneo, como utilizar las azoteas de sus edificios", argumenta Puig.

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Sobre la firma

Blanca Cia
Redactora de la edición de EL PAÍS de Cataluña, en la que ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en diferentes secciones, entre ellas información judicial, local, cultural y política. Licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

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