Una mujer muere acuchillada por su ex compañero en Valencia
La violencia doméstica se cobró en la mañana de ayer una nueva víctima mortal en Valencia. Una mujer de 26 años, Trinidad F. G., murió acuchillada por su ex compañero sentimental. Aún vivía cuando una ambulancia del SAMU la trasladó al hospital General, situado a escasos metros del piso en el que fue apuñalada (la casa de la madre del supuesto homicida). Pero falleció unas horas después, sobre la una de la tarde, durante la intervención quirúrgica. El agresor, Miguel Conchel, de unos 40 años, ni siquiera intentó huir. Se quedó inmóvil, con la mirada extraviada, hasta que llegó la policía.El coordinador del SAMU y el jefe de la guardia del hospital General dijeron que la mujer había sufrido numerosas puñaladas -sobre todo en la zona del pecho- con un cuchillo de cocina, que le causaron la muerte.
La pareja, que tiene una hija de dos años, se había separado ya dos veces, según el relato de los vecinos. Tras la ruptura de las pasadas navidades, no hubo reconciliación y Conchel se marchó a vivir a casa de su madre, al número 77 de la calle del Pintor Stolz, en el barrio de L'Olivereta.
Trinidad se acercó ayer a este piso, situado en la novena planta, para discutir algunos asuntos pendientes con su ex compañero. La madre de él decidió dejarles solos y bajó a la calle. Los vecinos no oyeron gritos ni ruidos extraños. Sólo se enteraron del apuñalamiento cuando vieron a los enfermeros que sacaban a la calle a la mujer. Iba tendida en una camilla, inconsciente, con la cara, el cuello y el pecho ensangrentados. Poco después presenciaron cómo varios policías se llevaban esposado a Conchel.
La policía detalló que la mujer fue apuñalada en un dormitorio de la vivienda con un cuchillo de cocina. Un agente comentó que el agresor se había quedado "como alucinado" después de acuchillarla y no se resistió a la detención. "Debió apuñalarla en un momento de acaloramiento y luego no supo cómo reaccionar", explicaba un agente. El agresor pasó anoche a disposición del titular del Juzgado de Instrucción número 14 de Valencia, que, tras tomarle declaración, ordenó su ingreso en la cárcel de Picassent.
Fama de amable
Los vecinos de la barriada obrera donde sucedieron los hechos decían ayer que ésta era, al menos, la cuarta compañera sentimental de Conchel, que "tiene varios hijos con sus parejas anteriores". Recuerdan que este hombre calvo, enjuto y alto, trabajó hace años como camionero, pero desconocen su ocupación actual. El suceso ha cogido al vecindario por sorpresa: el homicida tenía fama de amable y siempre saludaba de forma cortés. Salvo la noche anterior. Una vecina que se cruzó con él en la escalera recordó que iba "muy enfadado, como si le hubiera pasado algo muy desagradable, y no saludaba a nadie". A Conchel no se le conocía ningún acto violento con sus sucesivas compañeras o con otras personas.
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