Los republicanos se plantean difundir el vídeo del nuevo testimonio de Lewinsky

, La mayoría republicana en el Senado de Estados Unidos se reservaba ayer la posibilidad de jugar a fondo su penúltima carta contra el presidente de EEUU, Bill Clinton: el vídeo con la declaración a puerta cerrada que Monica Lewinsky efectuará a comienzos de la próxima semana.Los republicanos, que ya tienen constancia de que jamás existirá en el Senado la mayoría de dos tercios requerida para destituir a Clinton, y que han prometido que intentarán terminar el juicio el 12 de febrero, podrían perjudicar al presidente difundiendo el vídeo de Lewinsky en el pleno de la Cámara e, incluso, facilitándoselo a las cadenas de televisión de todo el mundo. Una moción demócrata para atajar de inmediato esa jugada fue derrotada en la sesión plenaria celebrada en la noche del jueves al viernes. Lo mismo le ocurrió a otra moción para saltar ya al capítulo final del culebrón: la votación sobre la destitución de Clinton. Con Trent Lott a la cabeza, los republicanos se reservaron el derecho a volver a imponer su mayoría para decidir si se difunde o no el vídeo.

El pleno del Senado no volverá a reunirse hasta el jueves, una vez que se hayan efectuado las declaraciones de Lewinsky, Vernon Jordan y Sidney Blumenthal, que serán a puerta cerrada y en presencia de representantes de la acusación, la defensa y de un senador por cada partido. El pleno decidirá entonces sobre el uso de los vídeos y sobre la posible comparecencia en el hemiciclo de esos u otros posibles nuevos testigos.

El cierre del juicio, con los argumentos finales de las partes, el debate de los senadores y las votaciones sobre la inocencia o culpabilidad de Clinton, sólo llegará, si las cosas van rápidas, en la segunda semana de febrero.

La posible difusión del vídeo con el testimonio de Lewinsky no es la última carta republicana contra el presidente demócrata. Los republicanos seguían proponiendo ayer que, antes de pasar al sufragio sobre el desahucio de Clinton, el pleno del Senado vote lo que llaman una "constatación de hechos". Se trataría de que la Cámara Alta declarara que Clinton, aunque logre escapar a la destitución, es responsable de una serie de hechos condenables e incluso delictivos. Esa declaración, que requeriría tan sólo mayoría simple, serviría para que en la historia quedara constancia de que Clinton sólo evitó el cese por la alta barra de la mayoría de dos tercios de los 100 senadores establecida por la Constitución.

Los demócratas rechazaban ayer esa fórmula de la "constatación de hechos" por inconstitucional. Recordaban que la Constitución establece que, en un proceso de impeachment, el Senado sólo puede votar la inocencia o culpabilidad del acusado.

Pero los republicanos citaron un precedente de comienzos del siglo XIX, cuando el juez federal John Pickering fue sometido a un juicio de impeachment en el Senado. La Cámara Alta constató que Pickering era culpable de alcoholismo, aunque no consideró que ese hecho fuera uno de esos "graves crímenes y fechorías" que, según la Constitución, permiten al poder legislativo destituir al presidente, miembros de su Gobierno y jueces federales.