EEUU confirma su fortaleza con un crecimiento del 3,9% el año pasado

La economía de Estados Unidos recuperó la fortaleza en el último trimestre de 1998. Por encima de las previsiones más optimistas, el producto interior bruto (PIB) registró un incremento del 5,6% en ese periodo, lo que sitúa el crecimiento anual en el 3,9%. El tirón del consumo interno y la inversión empresarial -sobre todo, en construcción- aceleraron el crecimiento pese a la crisis asiática y sus efectos sobre el comercio exterior. Con un crecimiento del PIB del 3,4% en 1996 y el 3,9% en 1997 y 1998, EEUU cierra el trienio de mayor expansión desde el periodo 1984-1986.

El Departamento de Comercio de Estados Unidos tenía ayer suficientes argumentos para estar eufórico. Después de un ejercicio marcado por la crisis asiática, la economía del país más rico del mundo ha registrado uno de los ejercicios más sobresalientes de la última parte del siglo dando muestras, además, de que su influencia sobre el resto del mundo es determinante.Las cifras del año lo dicen todo: crecimiento del 3,9% después de un cuarto trimestre realmente excepcional (el 5,9% de crecimiento trimestral no se conocía desde el 6,1% del segundo trimestre de 1996); aumento del consumo privado del 4,8% (el más alto en los últimos 14 años) y tirón de la inversión en construcción, con un 10,4%. Para completar el éxito, se cierra un trienio con un crecimiento del PIB del 3,4% en 1996 y del 3,9% en los dos años siguientes. Algo inédito desde el periodo 1984-1986.

Con estos datos, todavía provisionales, los temores -fundados- de que la crisis financiera mundial incidiera sobre la economía de Estados Unidos y rompiera la trayectoria de ascenso de los dos años anteriores han quedado despejados. Un economista del Instituto Primark Decision Economics lo resumió así: "Ha sido una goleada en lo que ya estaba siendo un año aplastante". Los analistas financieros habían vaticinado un incremento del PIB del 4,4%, un alto porcentaje a pesar de sus temores a una mayor incidencia de la crisis asiática sobre el comercio exterior. Se quedaron cortos. No esperaban el fuerte aumento del gasto de los consumidores ni el tirón de las inversiones empresariales, que se ha notado especialmente en el área de la construcción. El consumo privado ha compensado el incremento del déficit comercial, que en los últimos tres meses de 1998 alcanzó 262.900 millones de dólares (210.300 millones de euros), casi 4.000 millones de dólares más que en el trimestre anterior. El incremento del déficit se debió al mayor aumento de las importaciones, un 16%, desde el segundo trimestre de 1997. Se estima que, sin considerar el efecto negativo de las importaciones, el crecimiento hubiera superado el 5% en todo el ejercicio pasado.

Y es que con los tipos de interés para los créditos hipotecarios más bajos de los últimos 30 años, los consumidores concentraron sus gastos en el mercado de viviendas, automóviles, muebles y ordenadores. Las empresas también invirtieron de manera significativa, principalmente en informática, con un incremento de la inversión del 21% respecto al tercer trimestre.

Inflación histórica

En términos reales, el PIB estadounidense en 1998 llegó a 7,67 billones de dólares (6,13 billones de euros o 1.019 billones de pesetas). La cifra permitió registrar a la primera economía mundial su primer superávit presupuestario en tres décadas. La Oficina Presupuestaria del Congreso anunció que, según sus cálculos, el exceso de recaudación se situó en 70.000 millones de dólares. Las previsiones de este organismo indican que el superávit aumentará a 107.000 millones de dólares en 1999 y superará los 209.000 millones en el 2003.A pesar del fuerte crecimiento, la inflación se mantuvo en mínimos y el índice de precios subió sólo un 1%, una tasa que no se conocía desde 1959. Esta combinación de crecimiento con escasa inflación confirma el extraordinario estado de salud de la economía y su capacidad para resistir las amenazas de América Latina y Asia.

Este hecho, unido a que Japón ha comenzado a dar síntomas de recuperación (según el Gobierno nipón, en el último trimestre la economía creció después de cuatro trimestres de caídas) permite al resto de economías ser más optimistas.