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Un individuo sin identificar provoca un incendio en una clínica de Barcelona en la que practican abortos

Un desconocido vació ayer un bidón de gasolina y posteriormente le prendió fuego en una de las dependencias del área de recuperación posquirúrgica de la Clínica d'Ara de Barcelona, autorizada para practicar interrupciones del embarazo. La policía ha abierto una investigación para identificar al autor de la acción y determinar si actuó movido por convicciones antiabortistas o por alguna otra causa. Al cierre de esta edición, ninguna persona o grupo organizado se había atribuido la acción.Los hechos ocurrieron a las 11.30. A esa hora un hombre entró en la clínica, perteneciente al grupo Tutor Médica y dedicada a la cirugía ginecológica y urológica. Según fuentes del Cuerpo Nacional de Policía, el individuo, de unos 20 o 25 años, 1,80 metros de altura y vestido de oscuro, llevaba una bolsa con un casco y un bidón de gasolina. El joven logró introducirse en una de las salas de recuperación posoperatoria, donde en aquel momento no había nadie, y presumiblemente arrojó la gasolina y le prendió fuego. Posteriormente salió de la clínica con el casco en la cabeza para no ser reconocido.

El director de la clínica, el ginecólogo Santiago Barambio, explicó que se activó el plan de emergencia al detectarse la presencia de humo en una habitación. "Cuando dimos la orden de desalojar la clínica como medida preventiva y las personas salían hacia el exterior, observamos la presencia de una persona que no teníamos controlada y que, por tanto, era sospechosa", indicó. Los empleados del centro sanitario describieron las características físicas del hombre a los agentes de la policía. Horas más tarde del incidente, la clínica "reanudó la actividad quirúrgica de las personas que estaban en proceso", según un comunicado de la dirección del centro.

El director evitó ayer calificar la acción de acto terrorista contra el aborto, a la espera de que las investigaciones policiales esclarezcan el hecho. Barambio explicó que la clínica únicamente recibió amenazas telefónicas nueve años atrás, cuando estaba en otras dependencias, en la calle del Cardenal Viver. Tras el traslado a la nueva sede, en el número 19 de la calle del Berguedà, la clínica dejó de recibir amenazas, aunque en las puertas del nuevo edificio se han realizado algunas manifestaciones en protesta contra el aborto, según Barambio. El director no descartó ayer ninguna hipótesis y apuntó incluso la posibilidad de que el autor de la acción sea un pirómano o un paciente que no quedó satisfecho con los servicios del centro.

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