Un aspecto del nuevo IRPF
Una de las novedades de la nueva regulación del IRPF es que muchos contribuyentes no van a estar obligados a presentar declaración. Esta medida se ha presentado como un gran avance tanto para los ciudadanos como para la Administración.Sin embargo, yo no veo las ventajas para el interés general. Resulta que había costado mucho tiempo y esfuerzo concienciarnos de que "Hacienda somos todos", "contribuir da derecho a exigir" y todo lo demás, y ahora el Partido Popular les quita a millones de españoles la gran ocasión anual en que sienten de verdad que pagan impuestos, que las carreteras y los hospitales se pagan entre todos. Veremos cuando a otro Gobierno se le ocurra hacer que vuelvan a declarar...
Pero tampoco veo las ventajas desde el punto de vista del interés particular. Se ha sustituido la obligación de declarar por un cálculo más ajustado de las retenciones, con el fin de evitar devoluciones de impuestos. Sin embargo, el cálculo de las retenciones tiene en cuenta menos circunstancias que el que se efectuaría si se presentase la declaración. Por ejemplo, en la declaración sí que se consideran los posibles ascendientes que convivan con el contribuyente; la deducción por hijos se computa en su integridad, y no reducida a la mitad, y el llamado mínimo personal se multiplica por dos en el caso de tributación conjunta.
En el antiguo IRPF, casi todo el mundo hacía su declaración y comprobaba si tenía que pagar a Hacienda o si le tenían que devolver. Ahora, este contribuyente no va a hacer declaración, sino que podrá presentar una comunicación a Hacienda para solicitar la devolución. Pero esta comunicación no es la declaración, sino que habrá de presentarse probablemente antes de que comience la campaña de declaración y todos los medios de comunicación nos avasallen con los mensajes habituales. ¿Cuántos contribuyentes, en la alegría de no estar obligados, se van a olvidar de echar cuentas para ver si les han retenido de más? ¿A cuántos se les va a pasar el plazo para solicitar la devolución? ¿Informará Hacienda adecuadamente a estos contribuyentes y les pondrá los correspondientes programas y medios personales de ayuda?-
