El PNV impulsa la Asamblea de Municipios para avanzar hacia la soberanía de Euskadi

Los alcaldes y concejales del Partido Nacionalista Vasco proclamaron ayer, en una reunión presidida por Xabier Arzalluz, la decisión del PNV de utilizar los ayuntamientos para lograr el "objetivo de la liberación nacional de Euskadi" y de "articular de nuevo Euskal Herria". Una meta que ya había apuntado ese partido en 1977, antes de que se aprobara la Constitución, y que ayer fue retomada solemnemente por los 700 alcaldes y concejales del PNV reunidos en su sede, Sabin Etxea, con presencia de la plana mayor del partido.El PNV dio así un espaldarazo a la Asamblea de Municipios Vasco, objetivo estratégico de Herri Batasuna y de la organización terrorista ETA. El PNV veía en 1977 posible una "estructura política propia surgida de la voluntad de todos los vascos". Y ayer reconocía que "ésta es la autodeterminación, y éste es el camino de la unidad política vasca", proclamaron dos alcaldes y un concejal del País Vasco francés al dar lectura al texto en euskera, francés y castellano. En el documento que defenderá el PNV en la reunión de cargos públicos municipales promovida por los partidos del Pacto de Lizarra para el próximo 6 de febrero, los peneuvistas sostienen que "hoy los vascos no disfrutamos de ninguna institución soberana" y que el actual marco jurídico del País Vasco y Navarra supone sólo una "recuperación parcial de soberanía, mientras que los vascos del Norte ni siquiera hemos llegado a adquirir una unidad administrativa", añaden.

El PNV retoma el discurso de la Europa de los pueblos -que ya empleara en 1977, pero abandonó paulatinamente en la última década- y califica el municipio como "referente obligado", "pieza fundamental de nuestra organización política", "realidad viva y dinámica" y "hoy por hoy, la única institución jurídico-política con presencia en los seis territorios vascos".

El municipio y la "acción concertada" de los cargos electos en ese ámbito se convierten para el PNV en impulso para colaborar en la "paulatina construcción nacional". Eso sí, tratan de matizar, sin "desvirtuar sus funciones ni cometidos, ni asumir responsabilidades que no le competen". Se remonta incluso a textos del PNV de 1949 para proclamar el "derecho del pueblo vasco a expresar libremente su voluntad y a que su decisión sea considerada como la única fuente jurídica de su estatus político, lo que entraña el deber correlativo de respetar esa voluntad". Definición casi idéntica al "ámbito vasco de decisión" recogido en Lizarra.

Los nacionalistas vascos señalan que la institucionalización de Euskadi "como país europeo pasa por la acción concertada de mayorías" de las comunidades vasca y navarra y de la Euskadi francesa. Pero también que ese proceso nunca podrá desarrollarse desde la imposición. "Este esfuerzo por articular de nuevo Euskal Herria no supondrá ninguna imposición para los vascos de los distintos territorios". En un mensaje que parece tener como destinatarios a sus nuevos compañeros de viaje, EH, y al Gobierno, desechan cualquier instrumento violento para avanzar en ese camino o para taponar la libre determinación de los vascos. "En este camino no valen los atajos, ni los golpes de mano, y menos armados, ni el voluntarismo. El camino real pasa por el convencimiento y la adhesión al proyecto de la mayoría de los ciudadanos vascos, y por su pronunciamiento público de voluntad que nadie podrá impedir por la fuerza".

Para el secretario de Comunicación de la Ejecutiva federal del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, se trata de una "iniciativa gravísima que pretende dar satisfacción política a ETA. Hay que preguntarle al PNV cómo promueve una iniciativa que viene a deslegitimar el Estatuto de Gernika, el Parlamento y el Gobierno vasco, que preside el propio PNV. Aznar no puede seguir haciendo el don Tancredo con sus socios del PNV, que están rompiendo las reglas de juego democráticas". El secretario general del PP vasco, Carmelo Barrio, dijo que el PNV se acerca cada vez más a lo que representa HB.