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El Tribunal de Cuentas destapa irregularidades en Pezuela y el alcalde alega que su único funcionario no da abasto

Vicente G. Olaya

Pezuela de las Torres, una localidad de 540 habitantes, tiene un grave problema con sus cuentas municipales. Un dictamen del Tribunal de Cuentas ha destapado que el Ayuntamiento vivió en 1996 una situación administrativa caótica. Según el informe, el consistorio no dispuso "de los libros de contabilidad obligatorios", no existió "un sistema mínimamente fiable de control de la tesorería y recaudación", no rinde cuentas desde 1992 y "una buena parte de los inmuebles no están inscritos en el registro de la propiedad". Además, cuando el Tribunal requirió los libros de contabilidad, los responsables municipales no fueron capaces de encontrarlos.El alcalde, José Antonio Díaz, en sus alegaciones al dictamen, explica a los auditores que el único técnico municipal (el secretario) tiene más trabajo del que puede asumir. Este funcionario, según el alcalde, debe llevar el juzgado de paz y el registro civil, atender al público, ayudar al tesorero (que es un edil sin cualificación técnica), contestar correspondencia, verificar facturas, elaborar presupuestos, redactar ordenanzas fiscales, preparar nóminas y seguros, liquidar el IRPF, gestionar licencias y actuar como oficina de información "En fin, un cúmulo de tareas que dificulta ostensiblemente el desempeño de las propias", añade el regidor. Y es que el secretario tiene además que cumplir con su deber como funcionario. Es decir, "asesorar al Ayuntamiento, realizar los mandamientos de ingresos y gastos, hacer los libros fiscales, llevar la caja, preparar la cuenta general y controlar el servicio de recaudación. "En definitiva", dice el Ayuntamiento, "que es imposible materialmente que el funcionario pueda cumplir todos los cometidos".

Y para colmo de males, según el alcalde, el secretario no puede sacar sus trabajos por la impresora porque "el programa [informático que utiliza el Ayuntamiento] informa de un fallo de impresión, insubsanable por la antigüedad de la aplicación". Ante esta situación, los listados municipales "no son otra cosa que el resultado de transcribir a papel los datos que contiene la aplicación informática".

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Sobre la firma

Vicente G. Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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