España es partidaria de la retirada de los observadores

El Gobierno español es partidario de una retirada de los cerca de 800 observadores de la OSCE (Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa) desplegados en Kosovo como respuesta a la expulsión del territorio de su jefe, William Walker, ordenada por el Gobierno de Belgrado.El ministro de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, indicó ayer a un grupo de periodistas que el Gobierno de Slobodan Milosevic está pasando del engaño al despropósito. "No se puede sostener", como hizo recientemente en Madrid el ministro yugoslavo de Asuntos Exteriores, Zivadim Jovanovic, "que la única solución al conflicto de Kosovo es el diálogo y la negociación y permitir después acciones como la de Racak", señaló.

Belgrado ordenó la expulsión del jefe de los observadores de la OSCE en represalia por su denuncia de la responsabilidad de las fuerzas de seguridad serbias en la matanza de 45 personas indefensas,descubierta el pasado sábado en la localidad de Racak, una aldea del sur de Kosovo.

Matutes añadió que había hablado el pasado domingo con la secretaria de Estado norteamericana, Madeleine Albright, para concertar una posición común ante el desafío que supone la crisis de Kosovo. En ese sentido dijo que era esencial mantener la unidad de los aliados ante la crisis, asociar a Rusia para buscar una solución razonable y mantener la presión sobre el Gobierno de Belgrado sin renunciar a una eventual acción militar de represalia.

La comunidad internacional, añadió Matutes, no puede asistir indiferente a las matanzas de población civil, aunque reconoció la dificultad de una intervención militar sobre el terreno. "Milosevic", añadió, "se sigue equivocando si considera que puede engañar a la comunidad internacional".