Espartaco: "Vengo a aprobar la asignatura del toreo con pureza"
Juan Antonio Ruiz reaparece tras cinco años lesionado
Un balón, que no un toro ni el cansancio, apartó a Juan Antonio Ruiz Espartaco de los ruedos. Un partido de fútbol benéfico le dejó maltrecha una rodilla que le ha tenido cerca de cinco años en dique seco. Ahora, el diestro sevillano vuelve con 35 años y el ánimo dispuesto para ajustar cuentas: "Con uno mismo, entiéndase". "Me fui cuando empezaba a vislumbrar el toreo que llevo dentro. Cuando vas detrás del triunfo de forma continua no te queda espacio para otras cosas; para otra forma de sentir el toreo".
"Digamos que me quedé a medias, no llegué a torear con el gusto y relajamiento que me hubiese gustado. Vengo, en definitiva, a aprobar la asignatura pendiente del toreo con pureza", dice el torero ante su reaparición.Así, una úlcera en la rótula le empujó a una sobre el papel relajada vida de ganadero que este año se da por concluida. "Lo que peor he llevado todos este tiempo es el saber que ha sido algo ajeno, no uno mismo, lo que me ha echado de los ruedos. Siempre soñé con que el día que me fuera tendría que ser por decisión propia", afirma antes de recitar su declaración de intenciones para la temporada que empieza.
"Ante todo, es un reto personal. No busco récords ni los primeros puestos del escalafón ni demostrar nada. Por supuesto, eso no quiere decir que me vaya a dejar avasallar por nadie. Mi objetivo es otro. De momento, ya voy a conseguir vestirme de luces. Algo con lo que llevo soñando años. Luego, se verá si soy capaz de enseñar a un Espartaco más hecho, más acabado. Un Espartaco que ha aprendido mucho todo este tiempo desde fuera: viendo a sus compañero y reflexionando", confiesa de un tirón.
Juan Antonio Ruiz tuvo que esperar al octubre pasado para poder colocarse delante de un toro. Hasta entonces, sus deseos de medirse con un astado habían recibido como única respuesta una sesión tras otra en las salas de rehabilitación de los hospitales. "La rodilla está respondiendo bien. Es un proceso lento. Al fin y cabo, en esa rodilla me han pegado y muy fuerte. Poco a poco", declara.
¿Una lesión así cambia la forma de torear? "Sin duda. Tienes menos facultades físicas para apartarte en caso de peligro. Digamos que el no estar al cien por cien físicamente te obliga a torear mejor, a no cometer ni un solo fallo".
Aunque los contratos con fechas y plazas están aún en el aire, los compromisos que se mueven alrededor del torero son muchos.
Rivalidad
"Seguro, seguro, no lo estoy. No sé todavía dónde va a ser la reaparición. Me gustaría que fuera Sevilla. Es la plaza que me ha dado todo. Pero, también es cierto, que me gustaría llegar a La Maestranza algo rodado. Apenas he podido torear 10 o 12 toros", afirma y acto seguido cita Olivenza, Castellón y Valencia como probables lugares de estreno de su nueva etapa.¿Le asusta volver en un año de tanta rivalidad con el torero El Juli como explosiva revelación de la temporada? "Desde un punto de vista, se puede considerar un año difícil para una aventura como la mía. Es quizá, de los últimos tiempos, el año más complicado. Pero bueno, eso aumenta la emoción y el riesgo. El que haya tanta gente que levante expectación es lo mejor que le puede pasar a la fiesta. Por otro lado, lo que persigue El Juli y lo que busco yo no tiene nada que ver. La batalla que tiene que librar él, yo ya la he pasado. Yo ya he conseguido lo que El Juli viene buscando. La pelea que tengo pendiente es contra mí mismo, no contra los demás".
¿Y qué piensa la familia sobre la reaparición del torero? "Mi hija, que ya tiene siete años, no lo ve nada claro. Pero... ¿qué le vamos a hacer? Las cosas son así".
Babelia
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