Borrell ve al Gobierno desbordado en todos los frentes

El candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, José Borrell, afirmó ayer que "en todos los frentes nos encontramos con un Gobierno desbordado y, en el caso del País Vasco, manifiestamente". Borrell afirmó que "hay sobradas razones para cambiar al Gobierno", en referencia a la probable remodelación del actual Gabinete.Para el máximo representante del PSOE, el Ejecutivo presidido por José María Aznar es "vacilante, duda y especula incluso sobre sus propios cambios". En ese reproche a la incertidumbre criticó el "ir de cesión en cesión, de componenda en componenda, porque podemos acabar", dijo, "convirtiendo (a los terroristas) en una especie de libertadores".

Borrell advirtió que "la tregua de ETA, que representó una puerta abierta a la esperanza, no se ha cerrado del todo pero se entorna cada día que pasa". En esta reflexión, efectuada en Calvià (Mallorca), el cabeza de cartel electoral del partido socialista -"a 500 días de La Moncloa", vaticinó- rememoró a Hitler para resaltar que el líder nazi comenzó usando una represión baja contra los judíos "antes de mandarlos a cámaras de gas".

Para Borrell, la sociedad "no puede dejarse desarmar moralmente, ni nadie puede estar tentado por el papel de Chamberlain [primer ministro británico que negoció con Hitler en 1938], que volvió a casa para decir que había conseguido la paz poco antes de que estallase la peor de las guerras [la Segunda Guerra Mundial]".

Símiles históricos

Borrell aludió a hechos históricos, situados en fechas previas a esa guerra, que deberían servir de lección.Mencionó dos veces el fracaso del premier británico Neville Chamberlain así como el fallido pacto de Múnich, de 1938. "Tengo la impresión", dijo, "de que estamos dirigiéndonos hacia una especie de Múnich: no hemos conseguido la paz sino que hemos hecho más grave la guerra".

De otro lado, José Borrell, de campaña por Baleares, señaló que desea establecer en ésta comunidad autónoma pactos con las fuerzas progresistas, como el existente en el Consell de Mallorca y el suscrito para una candidatura de izquierdas en Ibiza y Formentera, para evitar la división que en las pasadas elecciones municipales y autonómicas facilitó al PP el control de muchas instituciones.