Fecsa se defiende de las acusaciones por el incendio del Solsonès y rechaza el informe que la incrimina
El origen del incendio del pasado 18 de julio, que acabó calcinando 27.000 hectáreas de bosque del Bages, el Solsonès, la Anoia y la Segarra, ha abierto una dura polémica entre las partes que se sienten implicadas y entre los redactores de los diversos informes que ha suscitado la investigación. La dirección de Fecsa salió al paso ayer de las acusaciones dirigidas contra la empresa para declarar su inocencia en el incendio, aunque reconoció que la línea eléctrica supuestamente causante del incendio es del año 1914 y que, después de hacer la limpieza de los arbustos que están debajo de la línea, el ramaje quedó en el bosque hasta el día del incendio. Los agentes rurales mantienen y defienden que el informe que realizaron, en el que se apunta que Fecsa podría ser la causante, es "sobre todo objetivo" y está basado "en una metodología empírica que llega a conclusiones muy serias", según explicó Josep Maria Baget, secretario general de la Agrupación de agentes forestales de Cataluña del sindicato CC OO. Baget también explicó que, en una visión aérea del foco donde se originó el incendio, los autores del informe de los agentes rurales observaron que en el preciso lugar donde se encontró un resto de calcio -que podría proceder de una fusión de la línea- aparecía una irregularidad, "una verruga", una incidencia que según su opinión debía haber llevado a la juez a solicitar un análisis de la línea y de la formación, que no se ha hecho. Además, Baget también explicó que, sobrevolando la línea, se detectan diversas zonas con pequeñas áreas que se han quemado en diversos años y que presentan una vegetación en regeneración, lo que le lleva a pensar sobre la inseguridad de una línea del año 1914. Fecsa asegura que la vida de las líneas no tiene límite, que ésta se había revisado dos años antes del incendio y que la potencia que soportaban era baja. Baget también mantiene que desde la Consejería de Industria se ha hecho presión para que las denuncias que presentan los agentes rurales no prosperen. La compañía encontró el respaldo del fiscal de Medio Ambiente, José Joaquín Pérez de Gregorio, quien mantiene la exculpación de la compañía y la inculpación de los dos jóvenes de Puig-reig que fueron detenidos como autores del incendio de Aguilar de Segarra y de otros fuegos menores. Pérez de Gregorio considera que los dos jóvenes son los responsables de los hechos, y afirma: "No hay, por ahora, ninguna responsabilidad, ni penal ni civil, por parte de Fecsa" como empresa ni "ninguna imprudencia grave ni temeraria".
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