Cumpleaños en escena
El concierto estaba anunciado para las nueve y media de la noche; a esa hora todavía no se había dado acceso a la sala y en el escenario hacían las últimas pruebas de luces y sonidos. En el vestíbulo, el famoseo al uso buscaba con codicia las cámaras de televisión. A las 10.05 el público comenzó a manifestar impaciencia; a las 10.10 se apagaron las luces, y Niña Pastori y Parrilla se sentaron en sus sitios. El público, que es un pedazo de pan, les recibió con grandes aplausos.Niña Pastori, pese a su juventud, tiene ya muchas tablas. Apareció nerviosa, pero enseguida fue dominando la situación y haciéndose dueña del escenario. Cantó como ella canta, sin demasiado refinamiento pero con su gracejo y una singular capacidad para meterse a la audiencia volcada de antemano a su favor en el bolsillo. Coloca la voz en una tesitura alta y de ahí no la mueve; de los bajos, de los matices comprometidos, se olvida.
Concierto de Niña Pastori
Acompañamiento: Manuel Parrilla (guitarra) y grupo. Artistas invitados: Juan Manuel Cañizares (guitarra) y Potito (cantaor). Palacio de Congresos y Exposiciones, Madrid, 14 de enero.
Pero indiscutiblemente ella tiene su público, que la sigue incondicionalmente, y para quien todo lo que hace es digno de nota. Lo demostró anoche una vez más en este concierto en que le aplaudieron casi hasta sus gestos más imperceptibles. Lo que premia el corazón y el entusiasmo que esta chiquilla pone en el arte al que debe su fama.
Por supuesto que lo suyo son esas canciones que le han hecho tan popular. El Tú me camelas, el Échame una mano prima, y criaturas por el estilo. El flamenco ya le queda un poco lejos y un poco grande. Sin embargo, parece que quisiera retomarlo, pues en este concierto cantó más flamenco de lo habitual en ella, y hasta se atrevió a voz sola con unos martinetes que resultaron bastante aceptables. Incluso se pegó unas vueltas por bulerías, para lo que se quitó los zapatos, con desparpajo y sin perder el compás.
Fue una noche importante para Niña Pastori, según anunció ella repetidamente. Por iniciar esta gira en Madrid, pero no sólo por eso; a las 12.00 dijo que hoy cumple años, y alguien del público le regaló unos pendientes. Después le cantaron el Cumpleaños feliz, y una fiesta por bulerías en la que casi todos los artistas cantaron y bailaron puso el punto final definitivo. Todo, pues, artísticamente correcto. Tampoco se trata de amargarle su cumpleaños, ni siquiera un poquito, a esta salerosa gaditana. Y que los cumpla muy felices.
Babelia
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