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El autor del doble crimen del hotel Reyes Católicos se fuga en Guadalajara

Fernando Alberto Rivero Vélez, alias El Loco, de 31 años, autor en julio de 1998 del doble crimen del hotel Reyes Católicos, en la calle del Ángel (Centro), escapó ayer cuando se encontraba en la Audiencia Provincial de Guadalajara, a la que había sido trasladado para ser juzgado por un robo cometido hace dos años en esta provincia, según fuentes penitenciarias. El recluso, ingresado en la prisión de Valdemoro desde el pasado 27 de julio, llegó a la Audiencia de Guadalajara a las 8.30 escoltado por un sargento y tres guardias civiles de la comandancia de Madrid. Una hora más tarde entraba en una sala de la primera planta del edificio, donde cuatro agentes le vigilaban a la espera del inicio del juicio, previsto para las diez de la mañana. En ese momento solicitó permiso para ir al aseo. Le acompañaron el sargento y uno de los agentes. Al salir del baño golpeó con las esposas al agente y echó a correr. El sargento resbaló por el pasillo al tratar de atraparle. El reo consiguió bajar corriendo por la escalera. Ya en la planta baja, arrolló a dos agentes y salió al exterior. Según fuentes judiciales, consiguió huir al mezclarse con los numerosos peatones que había en la calle de la Virgen de la Soledad. Anoche seguía en paradero desconocido.

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El recluso escapó con las manos esposadas

VIENE DE LA PÁGINA 1El guardia civil golpeado en la cara por el recluso fue trasladado al hospital de Guadalajara, donde se le apreciaron lesiones en un pómulo. Anoche recibió el alta médica. El recluso se fugó con las manos esposadas. Tras la huida se montó un dispositivo especial en busca del preso, que conocía bien el lugar, pues vivió durante varios años en Guadalajara. La Guardia Civil y la policía establecieron controles de seguridad en Guadalajara y Madrid, informa José Luis Bravo.

La fotografía del fugitivo se distribuyó por toda España, según fuentes de la Delegación de Gobierno de Madrid. Cada mes se efectúan 6.000 traslados de presos y detenidos en Madrid. La mitad de los reclusos son conducidos fuera de la región para ingresar en prisiones o asistir a juicios.

Fernando Alberto Rivero, ex celador de hospital, estuvo residiendo en Guadalajara en 1997. En aquella época fue detenido por dos robos. Ayer iba a ser juzgado por ese delito. El fugitivo está acusado de matar a Juan Ignacio Arranz, de 38 años, y al recepcionista Rubén Darío Vallina Gamero, de 20 años, en la madrugada del jueves 2 de julio de 1998. Los dos hombres fueron amordazados, maniatados por la espalda y acribillados a balazos en el hotel Reyes Católicos. El doble crimen tuvo una tercera víctima, Margarita Vázquez, una mujer que, pese a ser acuchillada en el cuello, logró escapar del establecimiento, tomar un taxi e ingresar por su propio pie en el hospital Clínico.

Un atraco fue el móvil que llevó a Fernando Alberto a asesinar a las dos personas. La policía sostiene que la intención de Fernando Alberto era asaltar la caja del hotel y que cometió los dos crímenes al ser descubierto por la pareja de visitantes. Finalmente se llevó 19.000 pesetas guardadas en un cajón. Esa misma noche llegó a su piso de Alcalá de Henares. Al día siguiente, viernes, se marchó a Castilblanco (Badajoz), donde vivían los padres de una amiga suya. Allí fue detenido el sábado por agentes del grupo de homicidios de la Brigada de Policía Judicial y la comisaría de Alcalá de Henares.

Fernando es un joven moreno de complexión normal, de 1,70 metros de estatura y con la nariz rota. La mayor parte de su vida la pasó en Alcalá, donde estudió en la Universidad Laboral y llegó a superar unas oposiciones de celador de hospital. Era toxicómano, según la policía.

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