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La química necesitaba que el ICO renegociase un crédito

El crédito de 8.500 millones de pesetas del ICO fue concedido el 20 de diciembre de 1994 tras el preceptivo acuerdo de la Comisión Delegada. El objetivo era que Ercros -en ese momento en suspensión de pagos en el marco de la crisis del Grupo Torras tras la turbulenta gestión de Javier de la Rosa- pudiera ampliar el capital de una de sus filiales, Fertilizantes Españoles (Fesa), propietaria a su vez de Fertiberia, sociedad que pertenecía al INI y que ha sido una de las principales fuentes de las pérdidas de Ercros.A pesar de esa ampliación de capital de Fesa, que tuvo lugar el 23 de enero de 1995, la inversión sólo sirvió para salvar la empresa de fertilizantes, pero en el balance de Ercros su valor era cero. Es decir, que debía contabilizar una deuda de 8.500 millones invertidos en un activo que no valía nada. Como resultado de ello, los recursos propios de Ercros arrojaban un saldo negativo de 4.431 millones, lo que obligaba a ampliar capital, operación poco probable puesto que el principal accionista, Torras, también estaba en crisis, o a disolver la compañía, tal y como exige la ley de sociedades anónimas.

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En esta disyuntiva, Piqué hizo una doble operación. Primero, planteó al ICO, en 1995, la liquidación del crédito. Piqué ofreció al banco público 200 millones a cambio de la cancelación del crédito de 8.500 millones, aunque afirmaba que su verdadero valor era de 140 millones. Éstos representaban el valor actualizado de la deuda. La cifra tan baja se explica por el hecho de que el crédito subordinado del ICO tenía una duración de 25 años, no devengaba interés y su devolución estaba condicionada a que obtuviera beneficios. La Comisión Delegada rechazó el rescate.

Movimiento contable

El segundo movimiento del entonces presidente de Ercros fue contable. En 1995, la compañía consideró realizada la operación de rescate con el ICO y registró en sus cuentas que a cambio de 140 millones había liquidado la deuda de 8.500, con lo que se registró un beneficio extraordinario de 8.360 millones. Piqué estaba casi obligado a hacer algo así, pues de lo contrario, la empresa estaría en situación de disolución forzosa.El problema para Piqué fue que el auditor de Ercros no consideró correcta la operación e introdujo una salvedad en su informe a las cuentas de 1995. Esta salvedad en las cuentas, que el auditor incluyó en su informe cada año a partir de 1995, provocó la intervención del organismo regulador del mercado, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Ésta comenzó a exigir a la empresa que subsanara la salvedad, pues en caso contrario la retiraría del mercado bursátil. La única solución era que el crédito del ICO desapareciera del balance de la empresa.

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