El juez cree que la querella contra el concejal Narváez es una denuncia falsa
Las acusaciones de coacciones y soborno imputadas por un empresario contra el concejal del Ayuntamiento de Barcelona Francesc Narváez fueron consideradas ayer denuncia falsa por el juez que lleva el caso. El magistrado Adolfo Fernández Oubiña manifestó, tras oír en declaración al regidor y a otros cuatro imputados, que la querella le parecía una "verdadera ignominia" hacia el concejal. La fiscalía, por su parte, tampoco aprecia indicios de soborno o coacciones.
La querella fue presentada por el empresario Alejandro Rullán y en ella acusaba de cohecho y coacciones a cinco personas, entre ellas el regidor del distrito de Sant Martí, Francesc Narváez. Según la querella, en otoño de 1997 varias personas del distrito que se presentaron como intermediarios del concejal le exigieron el pago de un millón de pesetas para poder conseguir la licencia municipal de actividades para un teatro-café que el empresario tenía proyectado en la calle de Nàpols. Rullán alegaba, en el escrito de la querella, que no pudo abrir el local por no haber abonado esa cantidad que le exigían, y que en el proyecto había desembolsado una importante suma de dinero. Frente a la versión del querellante, el Ayuntamiento ha mantenido que la denegación de las licencias no obedecía a extorsión alguna, sino al incumplimiento de las normas. Pese a carecer de permiso, el empresario abrió finalmente el local, que ha sido precintado por orden municipal. Fuentes municipales no han descartado que la querella oculte otro tipo de intencionalidad. Francesc Narváez, negó ayer ante el juez cualquier tipo de irregularidad. Además del concejal, también prestaron declaración -como imputados- otras cuatro personas que, según la querella, actuaron como intermediarios en el supuesto soborno. Honrado y honesto Además de la declaración, el juez pidió al Ayuntamiento de Barcelona que certificase lo ingresos del concejal Narváez, a la vez que comprobaba su patrimonio. Asimismo, también requirió al distrito el expediente sobre el citado local. "Por lo que he visto, me parece que este concejal es un hombre honrado y honesto", manifestó ayer el magistrado Fernández-Oubiña a la prensa al término de las declaraciones. El juez fue contundente al calificar todo el asunto de denuncia falsa y añadir que la querella era una "verdadera ignominia" contra el regidor. En consecuencia, es previsible que el magistrado opte por resolver el archivo del caso toda vez que, además, la fiscalía no aprecia indicios de los delitos imputados en la querella. Por contra, el letrado que representa al querellante, Máximo Godó, insistía ayer en que todavía había que investigar cómo había salido una copia del expediente administrativo sobre los permisos del citado local de las oficinas del Ayuntamiento. Este extremo fue negado por la fiscal del caso.
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