Un agente herido en Eibar tras otro ataque con "cócteles mólotov" a un cuartel de la Guardia Civil

"No podemos dejar de estar alerta, en el momento en que te despistas te pillan", aseguró un agente de la casa cuartel de la Guardia Civil en Eibar (Guipúzcoa) horas después de que uno de sus compañeros fuese atacado con un cóctel mólotov. Todavía sin reponerse del susto con el que se había despertado esa mañana él y las familias que residen en ese centro al oír un estallido y una ráfaga de disparos. El artefacto le causó quemaduras de segundo y tercer grado en las piernas y fue trasladado al Hospital de Mendaro. El ataque se ha producido cinco días después de que una treintena de encapuchados arrojase varias decenas de artefactos incendiarios contra el cuartel de la Guardia Civil de Getxo (Vizcaya).

El suceso se produjo diez minutos antes de las 08.00 horas cuando el joven agente, de 24 años, dos de ellos destinado en el País Vasco, oyó ruidos en las proximidades del lugar en el que se encontraba. Según la versión facilitada por sus compañeros, se alejó un centenar de metros de su puesto y en ese momento dos personas le arrojaron un artefacto incendiario. El agente efectuó varios disparos al aire para repeler a los agresores y éstos huyeron. La botella inflamable se incendió al estallar en su pierna izquierda, y el agente pudo sofocar el fuego lanzándose a un charco de agua y rodando por el asfalto. Las llamas le provocaron quemaduras de segundo y tercer grado en el pie izquierdo, que afectan al 9% de su superficie corporal.Este nuevo sabotaje a un cuartel de la Guardia Civil en el País Vasco llenó de tristeza a las familias de los agentes que residen en ese municipio. "Estas cosas afectan y te dejan un poco dolido. Moralmente te dejan hundido, no porque pienses que las cosas van a cambiar sino porque es volver de nuevo al temor, a pensar que te pueden pillar en cualquier esquina", indicaba un agente del cuartel. "Es volver al sinvivir, a esperar que pasen las horas sin que suceda nada y a recordar todos los malos momentos que nos han hecho pasar", afirmaba la esposa de un guardia.

Un vecino de Eibar, que reside en uno de los edificios próximos al cuartel, expresó así su disgusto por esta nueva acción violenta: "Parece que las cosas cambian, pero todo sigue igual. No están dispuestos a parar". Otra señora agregó: "A veces nos puede el hastío y creo que nos van a vencer por agotamiento". Y añadió: "No tengo nada que ver con la Guardia Civil pero no se puede permitir que esta gente viva en un continuo sobresalto, preocupada porque le quemen la casa o arrojen cócteles contra lo que se les ocurra".

Jugando con fuego

El delegado del Gobierno en el País Vasco, Enrique Villar, visitó al agente herido y posteriormente se trasladó al cuartel de Eibar: "Esto puede ser una cadena que se ha iniciado y no por ello se puede decir que ahora no matan y sólo queman. Estamos jugando con fuego y los que lo hacen son unos salvajes".Esta nueva acción forma parte, según documentos internos de ETA interceptados por la policía, de una escalada de violencia callejera dirigida contra las Fuerzas de Seguridad y los militantes del PP vasco. Pero la amenaza también se cierne sobre dirigentes de otros partidos. Ayer mismo varios cientos de personas se concentraban en Ordizia (Guipúzcoa) para expresar su rechazo al sabotaje perpetrado el sábado contra el despacho del abogado y edil socialista José Manuel Ros.

Las respuestas a estos actos violentos han llegado desde diversos ámbitos. Gesto por la Paz cree que ataques como el sufrido por el guardia civil de Eibar "sólo provocan un sufrimiento intolerable", por lo que instó a que sean condenados por todos. "Nos parecen totalmente negativos y condenables este tipo de acciones violentas, desde aquellos incidentes que no tienen más impacto que daños materiales, hasta los que afectan a personas concretas", indicó un portavoz de esa asociación pacifista.

La dirigente socialista Rosa Díez se refirió al sabotaje para decir que ETA y su entorno creen que "la tregua puede tapar cualquier cosa y se sienten muy tranquilos porque van codo a codo con el PNV". Díez contempla la escalada de sabotajes dentro de "una estrategia perversa de ETA, que ha modificado ligeramente la táctica, al seleccionar y convertir sólo en enemigos a los no nacionalistas cuando antes lo éramos todos los demócratas".

La Mesa Nacional de HB analizará hoy la petición del PNV para que se "desmarque" de ese tipo de acciones si quiere colaborar en el Gobierno vasco.

A pesar del incremento de las acciones violentas, desde el anuncio de tregua de ETA el pasado 16 de septiembre los distintos cuerpos policiales que trabajan en el País Vasco no han llevado a cabo detenciones contra presuntos miembros de ETA o personas que practican sabotajes. El Ministerio del Interior presentó un balance del año en el que se indicaba que hasta septiembre habían sido detenidas 76 personas. El Departamento de Interior vasco dio a conocer otro informe en el que afirma que el descenso de incidentes de violencia callejera ha permitido a la Ertzaintza multiplicar por cuatro el tiempo para la prevención del narcotráfico.