El banco de tejidos de Córdoba conservó 5.605 centímetros de piel humana en 1998
El banco sectorial de tejidos, que se encuentra ubicado dentro del Centro Regional de Transfusión Sanguínea de Córdoba, conservó a lo largo del año pasado un total 5.605 centímetros cuadrados de piel humana para utilizarla en injertos, según indicó el médico responsable de este banco, Rafael Villaba. Villaba manifestó que de esta cantidad de piel se utilizaron en diversas intervenciones quirúrgicas un total de 2.195 centímetros cuadrados, en su mayoría procedentes de la espalda y los muslos de personas que habían fallecido. El responsable del centro de tejidos cordobés añadió que la piel humana -que se emplea fundamentalmente para tratar a personas que han sufrido quemaduras de carácter grave y que no pueden ser sometidas a procesos de "autoinjerto" con piel de zonas del cuerpo no dañadas- se extrae con un aparato que la corta en tiras con el grosor que determine el cirujano, y que se congela después de haber sido tratada con sustancias "crioprotectoras" (es decir, mediante técnicas de congelación) y alcoholes que evitan que se forme hielo en el tejido que pueda llegar a deteriorarlo. Proceso de congelación Rafael Villaba informó de que el proceso de congelación se programa para controlar la velocidad de enfriamiento y evitar que los tejidos se deterioren y queden inutilizados para su utilización clínica. El directivo del banco de tejidos explicó también que en el organismo radicado en la ciudad de Córdoba se tratan, además de piel, córneas -de las que se conservaron el año pasado 40-, válvulas cardíacas -de las que obtuvieron un total de 67-, y huesos o fragmentos óseos, de los que almacenaron hasta 300 piezas. Sobre esta cuestión, Rafael Villaba subrayó que las córneas para transplantes oculares se conservan en frigoríficos con características especiales a cuatro grados de temperatura y que este tejido, que se preserva durante una semana, "es fundamental a la hora de tratar todo tipo de cegueras". Por su parte, las válvulas cardíacas, que son utilizadas para corregir malformaciones congénitas de corazón, se conservan a temperaturas de entre 150º a 200º grados centígrados bajo cero, mientras que las piezas óseas, que se usan para evitar que se amputen miembros o para tratar tumores, se congelan a 80º grados bajo cero. Rafael Villaba puso de manifiesto que el banco sectorial de tejidos humanos de Córdoba, que funciona desde hace cerca de cinco años, es uno de los cinco que existen en la comunidad autónoma andaluza, ya que el resto están ubicados en Sevilla, Jerez de la Frontera (Cádiz), Granada y Málaga.
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