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ESPACIO

La NASA se propone enviar astronautas a Marte antes de 20 años

Muestras de suelo y rocas viajarán a la Tierra en el año 2008

Esta vez no va a haber una declaración de intenciones como la que hizo el entonces presidente Kennedy en 1962, al asegurar que su país pondría a un hombre en la Luna antes de que acabara aquella década, pero en la NASA se trabaja ya con la intención de enviar una misión tripulada a Marte antes del 2020. El éxito de las sondas lanzadas desde 1996 y la continuidad del ambicioso programa de envío de más naves robotizadas cada dos años tienen como objetivo final allanar el camino para subir el siguiente escalón de la conquista humana del espacio.

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Se trata de la segunda oleada de naves que envía la NASA con destino a Marte, tras la que protagonizaron las sondas Mars Pathfinder y Mars Global Surveyor, lanzadas en 1996 y que han suministrado un enorme caudal de información. Y seguirán otras con la misma cadencia, una flotilla cada dos años, que permitirán realizar una exploración exhaustiva del planeta rojo. De momento están aprobadas las misiones que deberán partir en los años 2001, 2003 y 2005, todas ellas compuestas por dos naves, una que se quedará en órbita y otra que se posará en la superficie. Y en el Jet Propulsion Laboratory, el centro de la NASA situado en Pasadena, se trabaja ya en la continuación del programa marciano más allá de estas fechas con nuevas oleadas de sondas que despegarán en los años 2007, 2009, 2011 y 2013.Oficialmente, la NASA reconoce su objetivo, pero lo supedita a la consecución de cuatro objetivos previos: que la Estación Espacial Internacional (ISS) demuestre suficientemente su operabilidad, que mejore la cooperación internacional en temas espaciales para que se sumen otros países al proyecto, que se desarrolle un escenario aceptable para la misión, lo que dependerá en buena parte del éxito de las sondas robotizadas que se envíen durante los próximos años y que la economía mundial mejore, entre otras cosas, porque muchos ciudadanos no entenderían muy bien que se dedicase al proyecto la ingente cantidad de dinero necesaria para llevarlo a cabo. Y es que el presupuesto de un viaje tripulado ascenderá a más de 76 billones de pesetas.

El plan americano es operar la ISS durante el primer decenio del siglo XXI, enviar misiones tripuladas a la Luna a principios de la segunda década y llegar a Marte antes de que finalice la misma, quizás en julio del 2019, aunque podría adelantarse tres o cuatro años.

Europa, mientras tanto, intenta sumarse a esta meta, y los ministros de los 14 países miembros de la Agencia Espacial Europea (ESA) aprobaron en su última reunión del pasado noviembre, el proyecto Mars Express, una nave que será lanzada en el 2003 y que se situará en órbita de Marte. Mediante una técnica novedosa de radar, se intentará observar las estructuras geológicas del subsuelo marciano y localizar así posibles bolsas de agua. También tendrá un módulo que se posará en el suelo, el Beagle 2, y soltará un vehículo de exploración y recogida de muestras.

Japón, por su parte, lanzó con éxito el pasado julio su nave Planet-B, que se colocará en órbita y estudiará diversos aspectos del clima del planeta. Y Rusia tiene previsto mandar otra sonda, la Mars 2001, con un vehículo automático que trabajará con las naves que EEUU enviará en el 2001.

Además, EEUU y Francia enviarán una mininave en el 2003, que servirá para probar nuevas tecnologías. Italia participará también en este proyecto.

Uno de los objetivos esenciales de tan vasto programa consiste en recoger muestras de suelo y rocas de Marte y traerlas a la Tierra . La primera de estas operaciones se llevará a cabo con la misión que despegará en el 2003. Las muestras se depositarán en la nave orbital y esperarán la llegada de la misión del 2005, que también recogerá unos quinientos gramos de suelo marciano. Ambas muestras viajarán a la Tierra en el 2008.

Aunque los expertos consideran ínfima la posibilidad de que existan organismos vivos en Marte, la mera sospecha de que se pudiera importar una enfermedad infecciosa exige tomar las máximas precauciones. Por eso, los análisis que se efectúen serán realizados con sofisticados sistemas. Esta cuarentena será indefinida, "hasta que se haya probado que no ofrecen ningún peligro", en palabras de Jonathan Richmond, director de la oficina de salud y seguridad del Centro de Control de Enfermedades de Atlanta y uno de los expertos consultados por la NASA. Para albergarlas se creará un laboratorio especial calificado con el nivel 3 de seguridad contra riesgos biológicos, tan sólo un nivel por debajo de los que albergan patógenos mortales como el virus Ébola.

En los planes para misiones sucesivas, la NASA se propone seguir trayendo muestras de suelo y rocas de Marte, hasta completar un conjunto de seis grupos de rocas y tierra de otras tantas diferentes zonas del planeta.

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