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MEDIO AMBIENTE

Sensible descenso de las reservas hídricas

La desaladora de la Costa del Sol, inactiva

La despensa hidrológica de la Costa del Sol no está en su mejor momento, pero por ahora no hay motivo para la alarma. Al menos así se asegura desde la Confederación Hidrográfica del Sur. Este organismo reconoce que las reservas no son tan buenas como las que existían el año pasado por estas fechas, pero sostiene que hay suficiente agua almacenada en los embalses como para atender las necesidades de la población. Los datos reflejan que hace un año las presas estaban al 81% de su capacidad, mientras que en la actualidad se encuentran ocupadas al 59% como consecuencia de una sensible bajada en las precipitaciones que se han registrado el pasado otoño. ¿Está preparada la Costa del Sol para afrontar sin temor un largo ciclo de sequía como el que se produjo hace cuatro años con estas reservas? La Confederación Hidrográfica del Sur, que mantiene las competencias sobre la cuenca porque aún no las ha transferido a la Junta de Andalucía, entiende que no hay razones para activar, al menos por el momento, las alarmas. En primer lugar, porque hasta el próximo mes de mayo, cuando el año hidrológico esté en su ecuador, no pueden efectuarse evaluaciones y previsiones realistas. Y, en segundo término, porque en este momento se dispone de obras que no estaban realizadas hace cuatro años, como el trasvase de la presa de la Viñuela o el recrecimiento del embalse de la Concepción, que abastece a la costa occidental y cuya ejecución es inminente.

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Desde la Junta de Andalucía no se hace la misma lectura, y se insiste en que, exceptuando la presa de Casasola, para el abastecimiento de la capital, Málaga, poco se ha hecho. Esta obra lleva varios años de retraso y, aunque está casi terminada, aún no ha entrado en funcionamiento. El embalse del Genal, que es rechazado por los ecologistas y por los alcaldes de la zona, está en la fase de estudio de impacto medioambiental, pero también lleva más de cinco años de retraso respecto a los planes previstos.

El delegado andaluz de Medio Ambiente, Ignacio Trillo, cree que la Administración central "no ha aprovechado la época de bonanza para acometer diversas obras de infraestructura hidráulica que palíen el déficit hídrico, ni tampoco los proyectos de reforestación imprescindibles para que se recarguen los acuíferos y se evite el aterramiento de las presas". Para Ignacio Trillo, "esta despreocupación es grave, porque nuestra economía está basada en el agua, sea para su uso en el sector turístico o en sector agrícola".

Los ecologistas sostienen que las infraestructuras son suficientes, que no hace falta construir más embalses ni desaladoras, sino racionalizar el consumo y mejorar los regadíos para evitar las pérdidas de agua que se producen por el mal estado de muchas cañerías y conducciones.

Hay otro recurso del que ahora se puede echar mano y que no existía en 1995: la desaladora construida por la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol, terminada hace más de un año, pero que se encuentra bloqueada por la polémica surgida entre los ayuntamientos de la zona a raíz de su financiación.

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