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Estrellas en la Casa de Correos

Los candidatos a los premios Goya se reúnen en una fiesta multitudinaria en la sede del Gobierno regional.

El cine español se ha encaprichado con la presidencia de la Comunidad de Madrid. Concretamente, con su sede, la Casa de Correos de la Puerta del Sol. Por el vestíbulo de este edificio, donde tienen sus despachos el presidente y altos cargos del Gobierno regional, se paseaba anoche Santiago Segura, muy trajeado; Penélope Cruz, enfundada en un vestido negro, o José Luis Garci, con gesto más serio de lo habitual. Decenas de caras conocidas, todas relacionadas con la gran pantalla, deambulaban por el flamante edificio de la Puerta del Sol: se celebraba allí la Gala de los Nominados, una fiesta con la que la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas agasajaba a los profesionales del séptimo arte que compiten por un goya. Es la primera vez que se celebra esta fiesta, pero, según declaró Aitana Sánchez Gijón, presidenta de la academia, ya se ha nominado al edificio de la Puerta del Sol como sede permanente de la gala. De ahora en adelante, dijo esta actriz, la fiesta se celebrará en él. "Estábamos buscando un sitio amplio y pensamos que este edificio era un buen lugar para esta celebración. Se lo pedimos al presidente de la Comunidad y él accedió", explicó Sánchez Gijón.

Por eso, a Alberto Ruiz-Gallardón, presidente de la Comunidad, le tocó ayer hacer de anfitrión en una fiesta a la que se quiso dar cierto aire hollywoodiense. Unos potentes focos situados en el exterior del edificio daban una buena pista de que allí se cocía algo gordo. Se había extendido también una alfombra azul, por la que entraban candidatos e invitados. Y para los no invitados se habían colocado en la fachada unas pantallas gigantes que permitían seguir lo que ocurría en el interior.

Nunca la Casa de Correos vivió una noche con tanto encanto. Para que no faltara detalle y para darle pompa al acto, los candidatos llegaban en fastuosos coches, descendían con la ayuda de porteros y hacían el paseíllo con el acompañamiento de los aplausos de los viandantes, convertidos en público del acto. Pero esta entrada tenía truco: todos los candidatos llevaban varias horas en la sede de la Comunidad. Se les había citado antes para una sesión de fotos. A la hora prevista, las nueve de la noche, se les hacía salir por una puerta trasera, se metían en un coche, daban la vuelta a la esquina y realizaban la gran entrada. En lo alto de la escalera, Ruiz-Gallardón y Sánchez Gijón saludaban a todos. Uno a uno.

Cayetana Guillén Cuervo, Rosa María Sardá, Andrés Vicente Gómez, Loles León, Jorge Sanz, Fernando León o Charo López eran algunos de los invitados. A Penélope Cruz se la rifaban las cámaras. Garci no tenía más remedio que hacer declaraciones sobre el asunto de los anónimos para la compra de votos de los goya. Dijo que está investigando quién ha sido el responsable de las cartas y que piensa tomar medidas.

A Fernando Trueba le parecía una buena idea eso de que la gente del cine se junte de vez en cuando. Gabino Diego, candidato como mejor actor por La hora de los valientes, declaró que se ha demostrado que al público le gusta el cine español. Santiago Segura, candidato como mejor director novel por Torrente..., no se pudo desprender ni por un momento de su ironía habitual: "La avalancha de nominaciones demuestra la perfecta sintonía del público español con la academia", dijo. "Es broma", añadió.

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