Un libro de dos periodistas sostiene que Chirac propuso a Clinton acabar con la vida de Karadzic y Mladic
El presidente Jacques Chirac propuso a Bill Clinton eliminar físicamente a Radovan Karadzic y a Ratko Mladic en un encuentro que ambos mandatarios mantuvieron en París el 14 de diciembre de 1995, tras la firma de los acuerdos de Dayton. Esto es al menos lo que los periodistas Gille Delafon, del Journal du Dimanche, y Thomas Sancton, de la revista Time, afirman en su libro Dear Jacques, Cher Bill que saldrá a la venta mañana. Según estos periodistas, que citan como fuente a "un alto responsable militar de la OTAN", el plan secreto para acabar con la vida de los dos jefes serbios fue bautizado con el nombre Operation Amber Star y se encuentra a buen recaudo en el caja de seguridad de un consejero del Elíseo.Tal y como los autores del libro describen la escena, un Chirac irritado por las humillaciones y el mal trato a que eran sometidos los dos pilotos franceses capturados por los serbios, planteó a Clinton la posibilidad de acabar con la vida de Karadzic y Mladic. El presidente francés sostuvo ante su homólogo norteamericano que los dos jefes militares serbios reclamados por Tribunal Penal Internacional (TPI) por crímenes contra la humanidad estaban decididos a hacer fracasar los acuerdos y que resultaban necesario "neutralizarlos". El objetivo no era inalcanzable puesto que, siempre según el relato del libro, Chirac sabía en ese momentos que tiradores de élite del ejército francés encargados de seguir la pista de los pilotos detenidos habían llegado a tener en sus puntos de mira a los dos jefes serbios y sólo esperaban el visto bueno político.
Pese a lo escandaloso de las imputaciones, la Presidencia de la República se mantuvo ayer en un silencio completo, nada interesada obviamente en alimentar una polémica ruinosa para la figura de Jacques Chirac. En realidad, el desmentido del Elíseo figura ya por anticipado en el mismo libro de los dos periodistas aunque se trata de un desmentido parcial. Uno de sus autores Gille Delafon, indicó ayer a este periódico que cuando recabaron la reacción de la Presidencia obtuvieron de un consejero del Elíseo la respuesta siguiente: "El estado de espíritu de Chirac no era la de cometer un asesinato. Él es un demócrata y piensa que hay que reaccionar de manera democrática. Chirac no querría asesinar alguien que está proceso de enjuiciamiento. Pero es verdad que la idea fue discutida por los servicios secretos". Así expresado, el mentís da pie a Delafon a considerarlo una confirmación más de un dato sustentado y corroborado, según él, en fuentes muy seguras. "De ese desmentido parcial se deduce al menos que Chirac estaba al tanto del plan puesto que en razón de su cargo está permanentemente al corriente de lo que pasa en los servicios secretos", indica el periodista del Journal du Dimanche.
De acuerdo con el libro, Clinton rechazó la propuesta invocando una ley norteamericana, la Órden Ejecutiva 12.333, que prohibe el asesinato de personalidades en el extranjero, pero se mostró receptivo a la alternativa de organizar una acción de comando conjunta franco-norteamericana para capturar a los dos criminales de guerra y entregarlos al Tribunal de la Haya.
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