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Detenido en Girona un hombre acusado de matar a su compañera

Los Mossos d´Esquadra detuvieron el domingo en un edificio de apartamentos de La Molina, en Alp (Girona), a Jesús María P. V., de 45 años y originario de Olot, acusado de un presunto delito de homicidio de su compañera sentimental. Una discusión entre la pareja, en el interior de la vivienda que compartían, acabó con la muerte de la mujer, que fue encontrada con una herida mortal en el pecho, presumiblemente causada por un cuchillo de cocina.Víctima y agresor, que no tenían ningún vínculo matrimonial, trabajaban en el ramo de la hostelería y habían coincidido en la estación invernal de esquí. La policía ha confirmado que el detenido, que en un primer momento atribuyó la muerte de su compañera a un inverosímil suicidio, acabó confesando el crimen durante la declaración policial.

Los hechos se produjeron poco antes de las nueve de la noche, momento en el que la encargada del complejo de apartamentos en el que residía la pareja alertó telefónicamente a la policía de que uno de sus inquilinos había resultado muerto. Jesús María P. V. acababa de bajar a la conserjería para comunicar que había encontrado muerta a su compañera. Su primera versión aseguraba que su pareja se había clavado un cuchillo en el pecho. Cuando los agentes llegaron al apartamento encontraron al presunto homicida junto al cadáver, en un agudo estado de choque. Su pareja yacía en el suelo, sin vida, con una herida sangrante en el pecho.

Limpió la sangre

Al parecer, el agresor no comunicó inmediatamente la defunción, sino que dedicó un tiempo a limpiar buena parte de las manchas de sangre que se habían producido en la vivienda a raíz de una pelea, que se supone muy violenta. Las primeras hipótesis policiales aventuran que la pareja inició una discusión, de la que se desconoce el motivo, y que ésta fue subiendo de tono hasta que Jesús María P. V. corrió hasta la cocina para proveerse de un cuchillo de unos 10 centímetros de hoja con el que, supuestamente, asestó una sola puñalada mortal en el pecho de su compañera. El arma fue encontrada posteriormente en la misma cocina, todavía con algunos restos de sangre.

Los agentes autonómicos encontraron poco creíble la explicación de un suicidio. El presunto agresor fue detenido inmediatamente por los Mossos, aunque antes de ingresar en la comisaría debió ser atendido en el Hospital de Puigcerdà a causa de su notable alteración nerviosa. Al poco rato, una vez dado de alta, los agentes procedieron a su interrogatorio, durante el cual confesó ser el autor de la muerte de su compañera sentimental.

La víctima, de unos 45 años y natural de Ourense, trabajaba, al igual que su compañero, en un complejo hotelero de la zona. Según algunos testigos, la pareja se conocía desde hace algún tiempo, aunque había iniciado su convivencia hacía escasos meses. El apartamento en el que residían había sido alquilado por un año.

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