CiU apoyará al Gobierno del PP aunque las elecciones catalanas de otoño generen tensión
CiU y el PP tienen mucho que perder si se dan la espalda. Por eso, entre los dirigentes de la coalición catalana cobra fuerza la idea de apoyar firmemente al Gobierno de Aznar, aun cuando estén inmersos en el fragor de la campaña de las elecciones catalanas del próximo otoño. El PP necesita de los votos de CiU para sacar adelante sus iniciativas legislativas. De no ser así, el PP pagaría con la misma moneda en el Parlamento de Cataluña, donde CiU no cuenta con mayoría absoluta. El PP tiene todavía un arma más temible para los convergentes: convocar las generales al tiempo que las catalanas.
La decisión del presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, de convocar elecciones autonómicas el próximo otoño ha arruinado más de una quiniela dentro de la propia Convergència i Unió (CiU). Unió Democràtica (UDC), el socio democristiano de CDC, y un sector significativo de Convergència -en el que se hallan importantes consejeros del Gobierno- son los claros representantes de este sector perdedor. El aparato de CDC, donde ayer no faltaban muestras de alegría, ha acabado imponiendo sus tesis.Los defensores de esta propuesta triunfante aseguran que para adelantar las elecciones al mes de marzo debería haberse dado algún elemento de peso más consistente que la simple reiteración de ese mes en diversas manifestaciones de Pujol. Para quienes creían que marzo era el mejor mes, CiU se halla ahora hipotecada por la necesidad de los votos del PP en el Parlamento catalán. Si CiU le falla al PP en el Congreso de los Diputados, este partido hará fracasar las iniciativas de la coalición catalana en la Cámara legislativa autonómica. O incluso puede suceder algo peor: que el PP realice la convocatoria de elecciones anticipadas para el próximo otoño y "españolice" la campaña catalana, lo más temido por CiU.
Fidelidad mutua
"Cuando se está colaborando con un partido político no esperas que te haga coincidir las elecciones generales con las de Cataluña; estoy seguro de que esto no lo hará nunca [el presidente del Gobierno, José María] Aznar", declaró ayer a Radio Nacional el consejero de la Presidencia, Xavier Trías. Y añadió: "[Esa coincidencia] provocaría un enfrentamiento tremendamente negativo". Para evitar problemas, los dirigentes de la coalición nacionalista quieren que la campaña electoral de las autonómicas catalanas no reste firmeza a la fidelidad mutua que se tributan el PP y Convergència i Unió. "Es evidente que en las municipales y en las europeas va a haber críticas duras al PP, pero en el Parlamento se mantendrán los compromisos", aseguró un dirigente de CiU. En este sentido, otro dirigente de la coalición recordó que durante las reuniones de la Declaración de Barcelona, en las que CiU, el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y el Bloque Nacionalista Galego (BNG) lanzaron duras críticas contra los partidos de ámbito de toda España -PP y PSOE-, no flaqueó el apoyo de la coalición nacionalista catalana al Gobierno del PP. Por tanto, los obuses dialécticos que se lancen desde CiU no afectarán a la estructura del pacto.
El consejero de Economía, Artur Mas, el hombre mejor situado en estos momentos para suceder a Pujol, manifestó el pasado domingo que no veía impedimento alguno para apoyar los Presupuestos Generales de Estado para el año 2000, que se negociarán precisamente en plena campaña electoral catalana, en otoño de este año. "Los presupuestos españoles son instrumentos al servicio del conjunto de España, pero también de Cataluña, y nosotros tendremos una actitud constructiva independientemente de la fecha de las elecciones", declaró Mas.
El consejero Trías reiteró ayer esta voluntad al asegurar que CiU daría apoyo al Gobierno del PP "hasta que se acabe la legislatura", según dijo a Catalunya Ràdio.
Trías situó en el mes de octubre la celebración de los comicios autonómicos, aunque fuentes de la Generalitat puntualizaron más tarde que había que relativizar la fecha: de hecho, a quien corresponde anunciarla es a Pujol.
Trías reconoció que los resultados de CiU en las próximas elecciones generales podrían verse "un poco afectados" si se confirma que el portavoz del Gobierno, Josep Piqué, ingresa en el PP para ser cabeza de lista por Barcelona, hipótesis en la que aseguró que, personalmente, no cree. A juicio del consejero de la Presidencia, el votante catalán tiene claro lo que supone votar al PP o a CiU "y que lo que interesa es influir a nivel estatal para que no saquen mayoría absoluta", agregó.
Trías reconoció que la mayoría absoluta puede estar al alcance del PP "porque realiza una política más de centro y porque, sobre todo, al resto de los partidos las cosas les van fatal: el PSOE presenta un panorama preocupante e IU, uno aturdidor".
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