Muere a los 85 años Vela Zanetti, el muralista español de la ONU

El pintor y muralista José Vela Zanetti murió ayer a los 85 años en el hospital General Yagüe de Burgos, donde se encontraba ingresado tras sufrir hace cinco días una caída en su casa. Vela Zanetti, que abandonó España tras la Guerra Civil, se consagró como muralista en los años cincuenta: su creación La lucha del hombre por la paz ocupa más de veinte metros en la ONU. Profundamente ligado a León ("la capital de mi alma", decía el artista burgalés), allí creó la Fundación que lleva su nombre y allí se esparcirán sus cenizas.

Está previsto que el cadáver de Vela Zanetti sea trasladado sobre las 16.00 horas de hoy a la Fundación que lleva su nombre, creada en 1997 en León, donde se instalará la capilla ardiente que permanecerá abierta al público hasta el día siguiente. Por deseo expreso del artista, su cuerpo será incinerado. Parte de sus cenizas permanecerán en León y el resto en Burgos. Vela Zanetti nació en Milagros (Burgos) en mayo de 1913, pero su familia se trasladó a León al poco tiempo del nacimiento del artista. Su vinculación con esta última provincia fue decisiva tanto a nivel personal como intelectual. En León estudió y se formó como pintor. La diputación de esta región la concedió en 1933 una beca para estudiar en Florencia, donde constataría definitivamente su vocación de muralista. La Guerra Civil supuso la brusca interrupción de un proceso de aprendizaje que el propio pintor definiría años después como largo y lleno de pruebas.

Su padre, director del matadero provincial de León, murió fusilado por un grupo fascista durante los primeros días de la guerra civil. Este hecho marcó la existencia del futuro artista: "La muerte de mi padre, como el exilio, me llevaron a ser más de lo que yo hubiese sido en circunstancias normales. Su muerte me empujó a exigirme conocer los límites de mis posibilidades, a ser un hijo digno de mi padre".

Vela Zanetti se exilió en 1939 a la República Dominicana, país que consideraba su segunda patria. Allí dejó más de un centenar de murales, varios de ellos de más de 200 metros cuadrados. Durante su estancia en este país le fue concedida una beca John Simon Guggenheim para artistas hispanoamericanos menores de 40 años, que le permitió viajar a Nueva York.

Cuando llega a EE UU, el expresionismo abstracto es el arte de vanguardia. La Fundación Guggenheim quiere donar un mural a la ONU y lo presenta al concurso internacional para realizarlo.

Vela Zanetti fue seleccionado y en 1952 plasmó en el pasillo que conduce al consejo de seguridad la que sería su obra más conocida internacionalmente, el mural de los Derechos Humanos. Esta obra -de 20 metros de largo por 3 de alto- fue restaurada durante 1998 por el muralista leonés Enrique Linaza. El secretario general de la ONU, Kofi Annan, destacó el pasado 15 de diciembre, durante la presentación en el edificio neoyorquino de la obra ya restaurada, la figura del pintor y la importancia que tiene este mural para la ONU y las circunstancias que atravesaba España en aquellos momentos. Vela Zanetti recordaba hace pocos días que esta restauración era una de las mayores satisfacciones de su vida ya que en 1952 estaba exiliado en la República Dominicana y España no pertenecía a la ONU.

Vela Zanetti trabajó también en Colombia, México, EE UU, Suiza y España. Al regresar a España en los años sesenta se encerró en su casa natal de Milagros para dedicarse durante más de ocho horas diarias a la pintura ("Me levanto al amanecer, para aprovechar la luz, y dejo de pintar cuando anochece. La pintura mural me ha dado esta disciplina").

En 1963 recibió la medalla Eugenio D´Ors y Premio Nacional de la Crítica a la mejor exposición de ese año. Una selección de sus cuadros más importantes se encuentran en la fundación que lleva su nombre y que alberga más de 50 obras representativas de todas las etapas del artista. Algunos son cuadros oscuros, de gran tamaño, es un mundo rural muy próximo a la tristeza que impregnan las novelas de Delibes, escritor al que le unía una gran amistad. El pintor es conocido en España por sus obras de campesinos, las hogazas de pan, los paisajes, los gallos, los temas cotidianos, las piedras y los cardos, y sin olvidar su trabajo dedicado a la pintura religiosa.

Vela Zanetti estaba en posesión de numerosos premios, entre ellos el de las Artes de Castilla y León (1993), doctor Honoris Causa por la Universidad de Burgos (1998) y miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (1983).