_
_
_
_

El año trae rebajas en el IRPF y la luz y la subida del impuesto sobre gasolinas

Los consumidores y la CNSE reclaman mayores descensos del precio de la energía eléctrica

No cabe la menor duda de que 1999 es el año del euro. Una nueva moneda irrumpe en la vida cotidiana, aunque todavía conviviendo con la peseta. Sin embargo, no todo es euro. El año económico ha empezado en España con novedades singulares, especialmente en el área fiscal. El pasado día 1 entró en vigor el nuevo impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF). El Gobierno del PP ha defendido esta reforma como uno de los logros de la legislatura, ya que, según sus cálculos, rebaja la presión fiscal individual una media del 11%. La oposición y los sindicatos, sin embargo, consideran que el nuevo impuesto favorece a los más ricos. El elevado coste de la reforma -Hacienda ingresará 538.000 millones menos, según el Ejecutivo- también fue objeto de las críticas de la oposición.

Más información
La 'enmienda loca' de los monovolúmenes

El nuevo IRPF, cuya liquidación se efectuará en el 2000, fija que no han de presentar declaración aquellos contribuyentes que ganen al año menos de 3,5 millones de pesetas, salvo que tengan derecho a devolución o se desgraven por adquisición de vivienda o planes de pensiones.

La nueva legislación fiscal también introduce cambios en cuanto a las deducciones. Por ejemplo, en la base se descontará el mínimo personal (550.000 pesetas por cónyuge y entre 200.000 y 300.000 por cada hijo menor de 25 años). También en la base se descontarán entre 375.000 y 500.000 pesetas por rentas del trabajo.

Nuevas deducciones

Entre las restantes novedades en este apartado destacan la desaparición de los gastos por enfermedad y una radical modificación de la deducción por vivienda. Ahora se aplicará en la cuota un porcentaje de entre el 15% y el 25% del gasto anual, con un límite de 750.000 pesetas, en tanto que el valor de la vivienda no se considera como ingreso.

No obstante, el primer síntoma de la aplicación del nuevo IRPF ya se notará en las nóminas de enero, dado que comenzará a aplicarse el nuevo sistema de retenciones, que ha sido criticado por su complejidad por parte del Consejo de Estado y el Consejo Económico y Social. De acuerdo con los cálculos de Hacienda, las retenciones bajan una media de 6.000 pesetas al mes, en 14 pagas.

La gran polémica de fin de año fue, sin embargo, la reducción de tarifas eléctricas para 1999. Y ello porque Industria pactó en el mes de septiembre, junto con las compensaciones a las compañías eléctricas por los avances en la apertura del mercado (1,3 billones de pesetas) una reducción en las tarifas del 2,5% en 1999 y del 1% en los años 2000 y 2001.

La Comisión Nacional del Sistema Eléctrico (CNSE), el organismo independiente encargado de regular el mercado, hizo sus propios cálculos y aseguró que las reducciones pactadas por el departamento que dirige Josep Piqué deberían haber llegado, en 1999, al 7,8%.

La respuesta de Industria no se hizo esperar, y además de acusar a la CNSE de actuar por criterios políticos, aseguró, por boca del secretario de la Energía, José Manuel Serra, que la Comisión ha hecho cálculos erróneos.

Polémicas aparte, la CNSE ha expresado en alta voz lo que los consumidores y asociaciones empresariales venían manifestando desde hace tiempo: que las rebajas en los recibos de la electricidad deberían ser mayores.

A lo largo del año que comienza, Industria espera que 8.000 empresas de mediano tamaño se acojan al derecho de elegir suministrador y negociar las tarifas. Con ello, según el departamento que dirige Piqué, la bajada media del precio de la electricidad alcanzará el 4,9% (2,5% en tarifa más las rebajas que consigan las empresas con derecho a elegir).

Probablemente, en este inicio de año subirán también los combustibles. Los precios están liberalizados desde la entrada en vigor de la Ley de Hidrocarburos, pero la subida de los impuestos que se aplican a los carburantes puede quebrar la tendencia a la baja de los últimos meses.

La subida del 1,8% en los impuestos de los carburantes proporcionará a Hacienda, en 1999, unos ingresos adicionales de alrededor de 87.000 millones. Por carburantes, los ingresos de Hacienda se situarán en 1,4 billones.

Este aumento impositivo se traducirá en 1,4 pesetas más por litro para la gasolina súper; 1,3 pesetas por litro de gasolina sin plomo, y 0,9 pesetas por litro de gasóleo. Las petroleras deben decidir si trasladan el alza a los clientes.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_