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El movimiento democrático chino desafía al régimen en las calles de Hong Kong

Al menos 300 personas se manifestaron ayer por las calles de Hong Kong para pedir más democracia en China. La concentración fue la primera de una serie de actividades planeadas por los activistas prodemocracia en la ex colonia británica para conmemorar el 10º aniversario de la matanza de Tiananmen. Los manifestantes, que coreaban "la libertad y la democracia prevalecerán", marcharon tras una pancarta de 12 metros en la que se leía: "No olvidemos nunca el 4 de junio de hace 10 años". Una docena de simpatizantes comunistas les insultaron al empezar la marcha.

"Hacia una nueva era en democracia". La protesta atravesó el distrito de negocios en dirección a la sede del Gobierno de Hong Kong, que cuenta con el respaldo de China. Los asistentes también ondearon banderines con consignas tales como "Por el fin de la dictadura del partido único" o "Por una China democrática".El 4 de junio de 1989, centenares, posiblemente miles, de chinos resultaron muertos en la represión militar contra una protesta estudiantil a favor de la democracia que se desarrollaba desde semanas antes en la plaza de Tiananmen de la capital china, Pekín.

La manifestación de ayer en Hong Kong coincidió con un llamamiento del presidente chino, Jiang Zemin, a que se extremen los esfuerzos para acabar con la inestabilidad social y a que se combata el "sabotaje" de los enemigos internos y externos, según recogieron los medios de información estatales. Pekín teme que la caída de los ingresos rurales, el creciente desempleo, el aumento de la criminalidad y las actividades prodemocracia puedan llevar al país al caos social.

La semana pasada, tres líderes del ilegal Partido Democrático Chino fueron condenados a penas de entre 11 y 13 años por subversión. China acusó públicamente a grupos extranjeros, que no nombró, de proporcionar dinero y asistencia a los disidentes.

"Sólo bajo un sistema democrático se pueden garantizar los derechos humanos en China", declaró ayer Szeto Wah, presidente de la Alianza en Apoyo del Movimiento Democrático Patriótico de China, con base en Hong Kong. "El movimiento democrático de China cuenta con el apoyo de la gente de todo el mundo que valora la democracia". La Alianza, el grupo organizador de la manifestación, también lanzó ayer una campaña de recogida de firmas que durará hasta el próximo 4 de junio y que es parte de una iniciativa organizada a nivel mundial por el disidente chino en el exilio Wang Dan, con el objetivo de recordar el aniversario.

Ultraje a la bandera

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La policía detuvo a uno de los manifestantes por rasgar una bandera. La mutilación de la bandera roja de la República Popular, o de la de Hong Kong tras la retrocesión, constituye un delito de acuerdo con las leyes poscoloniales del territorio.

El año pasado, dos activistas prodemocracia destruyeron las enseñas de China y Hong Kong en una protesta similar y fueron multados con 2.000 dólares de Hong Kong (unas 37.000 pesetas) cada uno.

La Alianza, que se extendió tras la sangrienta represión de 1989, manifestó el pasado jueves que va a invitar a Wang o al también disidente Wei Jingsheng a asistir a las actividades que prepara para recordar aquel suceso durante los próximos meses. Tanto a Wang como a Wei se les permitió exiliarse el año pasado por razones de salud. Szeto manifestó que espera que uno de los dos pueda asistir al foro sobre derechos humanos que han convocado para el próximo mayo en el territorio, o a la vigilia con velas que celebrarán la noche del mismo 4 de junio en el parque Victoria de Hong Kong.

Dicha vigilia se ha celebrado anualmente desde la matanza de Tiananmen. La protesta pudo llevarse a cabo, igual que en años anteriores, el pasado junio, el primero que Hong Kong vivió bajo la autoridad de Pekín tras su retrocesión por el Reino Unido el 1 de julio de 1997, después de 156 años como colonia británica.

Pekín ha prometido dejar que el territorio, con 6,6 millones de habitantes, mantenga intacta su forma de vida por al menos 50 años, es decir, hasta el 2047, bajo la fórmula un país dos sistemas. Aun así, ha habido algunas restricciones a las manifestaciones callejeras. Tanto funcionarios chinos, como el propio líder de Hong Kong, Tung Chee-wa, han advertido a los habitantes del territorio que no van a tolerar las manifestaciones que aboguen por la independencia de Tíbet o de Taiwan.

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