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Nuevo intercambio de disparos entre baterías iraquíes y aviones de Estados Unidos

Ocurrió de nuevo. Aviones militares de Estados Unidos volvieron a atacar ayer una posición iraquí que, según el Pentágono, había lanzado previamente misiles contra aviones británicos que patrullaban la zona meridional de exclusión aérea iraquí. Las fuerzas aliadas, siempre según el Pentágono, no sufrieron ninguna baja durante el ataque, el segundo incidente de este tipo provocado esta semana por la disputa sobre las zonas de exclusión aérea en Irak. "Los aviones aliados seguirán con la aplicación vigorosa de las zonas de exclusión aérea", afirmó David Leavey, portavoz de la Casa Blanca.

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Un portavoz del Departamento de Defensa norteamericano dijo que aviones británicos detectaron el lanzamiento de entre seis y ocho misiles antiaéreos sobre las siete y media de la mañana (hora peninsular española) desde una posición al suroeste de Talil, en el sur de Irak. Dos aviones F-16 norteamericanos se encargaron de la represalia, que consistió en el lanzamiento de dos misiles HARM, diseñados para destruir las fuentes de las señales de radar, y varias bombas guiadas por láser.Los iraquíes reiteraron que no respetan las zonas de exclusión aérea, impuestas por Francia, Estados Unidos y Reino Unido tras la guerra del Golfo para proteger a los rebeldes shiíes del sur y los kurdos del norte, porque constituyen una decisión "unilateral" que no cuenta con la autorización de Naciones Unidas. El lunes, los iraquíes lanzaron tres misiles antiaéreos contra aviones de combate norteamericanos en el norte de Irak. Estos aparatos respondieron con la destrucción de una posición antiaérea en el Kurdistán. Los dos incidentes de esta semana representan la primera oposición iraquí de naturaleza bélica a la imposición de las zonas de exclusión aérea.

[Tanto la Liga Árabe como Irán condenaron ayer la violación del espacio aéreo de Irak y pidieron una solución política a la crisis, informa Efe.]

El Gobierno iraquí afirmó que el ataque de ayer había provocado la muerte a un campesino y otros dos vecinos de un pueblo, y dijeron que sus misiles habían derribado un avión aliado. El Pentágono desmintió que un pueblo hubiera sido golpeado y declaró que todos y cada uno de los 20 aviones de combate norteamericanos y cuatro bombarderos británicos regresaron sanos y salvos.

Expertos militares en Washington creen que Sadam Husein ordenó los ataques para subrayar su posición como líder fuerte e indiscutible de Irak. Los misiles lanzados ayer no constituyen una amenaza severa a los aviones aliados, puesto que no son de largo alcance. Sólo son capaces de alcanzar aviones que vuelan a una altura inferior a los 5.000 metros.

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Las misiones de patrulla que se llevan a cabo en las zonas de exclusión aérea suelen realizarse a la altura de entre 6.000 y 9.000 metros, aunque a veces los aviones bajan a los 5.000 metros, donde los misiles presentan una relativa amenaza. "Nada indica que los iraquíes tuvieran éxito, ni mucho menos", dijo el coronel Richard Bridges.

La Casa Blanca intentó quitar protagonismo al incidente de ayer para que el enfrentamiento con Sadam no domine diariamente los titulares de la prensa. El presidente Clinton, que hizo comentarios después del incidente el lunes, no compareció ante la prensa ayer. La tarea de relaciones públicas quedó reservada para su portavoz y el Departamento de Defensa.

La Casa Blanca recalcó que solo los miembros de nivel medio del equipo de seguridad nacional tenían previsto reunirse ayer para hablar del incidente. Clinton recibió un resumen del ataque durante la mañana, pero no se esperaba su participación en la reunión del equipo de seguridad nacional.

Sin embargo, el incidente fue uno de los asuntos discutidos durante la conversación telefónica que mantuvo Clinton con el presidente ruso, Borís Yeltsin. Rusia ha criticado duramente la política de EEUU respecto a Irak en los últimos años, y particularmente la Operación Zorro del Desierto realizada antes de Navidad. Fuentes de la Casa Blanca señalaron que los dos presidentes no lograron estrechar durante la conversación el abismo que existe entre los dos países en cuanto a sus posturas iraquíes.

Al concluir Zorro del Desierto el 19 de diciembre, EEUU dejó abierta la posibilidad de una nueva oleada de ataques en enero de 1999. El Pentágono ya tiene delineados los planes para otra operación, y ha dejado en la región la mayoría de sus fuerzas que participaron en Zorro del Desierto. Se espera la reanudación de hostilidades a partir del 19 de enero, cuando termina el Ramadán.

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