La nueva autoridad monetaria insta a la banca a limitar operaciones en la moneda única en enero

La nueva autoridad monetaria europea, el Sistema Europeo de Bancos Centrales (SEBC), se ha estrenado con una instrucción precisa a las entidades financieras de los 11 países que quedan bajo su égida: por precaución, hagan el favor de limitar al mínimo sus operaciones en los primeros días de funcionamiento del euro. El "mensaje" ha sido aquí transmitido puntualmente por el Banco de España, y las entidades de crédito lo han asumido como propio. Afirman que ya habían previsto reducir al mínimo sus operaciones financieras hasta que la nueva moneda "esté rodada".

Para esta instrucción del SEBC, el Banco de España, como todos los demás bancos centrales de la nueva zona euro, ha actuado de mero transmisor. No es ésta la única competencia que delega el banco. La política monetaria pasa a estar regulada por el SEBC, por lo que ayer se celebró la última subasta decenal de certificados de depósito. Estas subastas han sido, desde mayo de 1990, el instrumento utilizado por la autoridad monetaria española para controlar las inyecciones de liquidez en el sistema bancario. En estos ocho años de subastas decenales, los tipos de interés han bajado casi ininterrumpidamente desde aquel 14,6% al que se realizó la primera, el 14 de mayo de 1990, hasta el 3% de la última, celebrada ayer.El fin de las subastas decenales ilustra, según reconoce el Banco de España, el traslado del "centro de gravedad" de la toma de decisiones de política monetaria al Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo, formado por los gobernadores de los 11 bancos centrales y los 6 miembros del Comité Ejecutivo del BCE.

El Banco de España, con todo, mantendrá con la moneda única las siguientes competencias exclusivas: supervisar el sistema bancario español, promover el buen funcionamiento y la estabilidad del sistema financiero, prestar servicios de tesorería y de agente financiero del Gobierno, gestionar el mercado de deuda pública, asesorar al Gobierno, elaborar las estadísticas relacionadas con sus funciones y gestionar los activos exteriores no transferidos al Banco Central Europeo.

El Banco de España transferirá al BCE el próximo fin de semana reservas de oro y divisas por valor de 4.446,7 millones de euros. Esta transferencia de reservas, unos 5.120 millones de dólares ( 742.598,9 millones de pesetas), ronda sólo el 7% de los 72.000 millones de dólares a que ascendían a finales de noviembre. El resto queda en el Banco de España como "cajero en moneda extranjera del Estado". Actúa de cajero, por ejemplo, en las emisiones en moneda extranjera de deuda del Tesoro.

El Banco de España será además el "interlocutor" directo de las entidades de crédito para la ejecución de la política monetaria común. Si los bancos españoles necesitan liquidez o, por el contrario, tienen exceso de ella, podrán acudir al Banco de España además de al flamante y aún sin estrenar mercado interbancario europeo.

También para estas operaciones se ha previsto un plus de precaución para las primeras semanas de la moneda única. El Consejo de Gobierno del BCE decidió el pasado día 22 que la primera operación de financiación de la unión monetaria se hará al 3%. Y fijó una banda de fluctuación para los tipos: cuando la banca necesite dinero, los bancos centrales, entre ellos el Banco de España, se lo prestarán al 4,5%, y cuando quieran depositarlo se les pagará al 2%.

Esta banda -"como medida transitoria ante factores de incertidumbre", según la expresión del Banco de España- se estrechará entre los días 4 y 21 de enero al 2,75% para los depósitos y al 3,25% para los créditos. El periodo de rodaje del euro será, así, de tres semanas.

La puesta a punto de la nueva moneda durante el fin de semana de la conversión, del 31 de diciembre al 4 de enero, será estrechamente vigilada por los bancos centrales. En el de España trabajarán 450 personas "responsables de llevar a buen fin el proceso iniciado hace algún tiempo".

Se han hecho en dos ocasiones "satisfactoriamente" ensayos generales de redenominación al euro -utilizando una paridad artificial con la peseta- para preparar el próximo fin de semana, el de la conversión