"Si hay algo que jamás haré en la vida es conformarme"

Sabe más el diablo por viejo que por diablo. Este refrán adquiere todo su significado cuando uno se acerca a José María Sanz, un artista bastante alto que se ha hecho popular llamándose Loquillo. Y es que, lejos de largar el viejo discurso promocional que la rutina atribuye al músico que acaba de editar un recopilatorio, Loquillo explica su reciente doble compilación apelando a una sola razón: "Las cosas están claras, alguien había de editar lo mejor de nuestros 20 años de carrera, y para que lo haga la discográfica a su aire, prefiero hacerlo yo. Por eso provoqué este recopilatorio, por eso he querido que se editase en condiciones, por eso se ha remasterizado y por eso incorporo las canciones que he escogido". Concluyente, nunca dejes que nadie administre tu historia, es algo que te pertenece."Si hay algo en esta vida que jamás haré es conformarme. Detesto la postura de algunos músicos de mi generación que ya van por el mundo con la cabeza baja, sin ilusión para seguir adelante y con la derrota escrita en el rostro. Sí, ya sé que se nos arrincona, pero el orgullo y el oficio son armas para luchar contra ello. Canto en una de las bandas de rock que más discos ha vendido en España, pero al mismo tiempo no me da la gana que se me recuerde como aquel que fue importante en los ochenta". La verdad es que resulta chocante que un artista que acaba de editar un disco titulado Loquillo y los Trogloditas 1978-1998 y que recientemente se le entregó un galardón por el millón y medio de discos vendidos a lo largo de su carrera dedique más tiempo a hablar de su futuro que de su pasado.

Pero así es Loquillo, un tipo de verbo torrencial que en cada frase ofrece un titular. Sirvan de muestra varios botones: "No me preocupa vender sólo 20.000 discos porque pocas veces he sido superventas, y cuando lo comencé a ser paré la máquina", "en este negocio lo he aprendido todo menos a tocar la guitarra" "con una industria como la nuestra no existiría un Tom Waits" "si yo vendiese millones utilizaría el poder de mis números para incordiar" "para qué grabar con multinacionales si conozco el negocio mejor que sus interlocutores","la vida siempre da dos oportunidades, pero la segunda la has de buscar".

En eso está Loquillo. Rotas las relaciones con Picap, la discográfica que editó Con elegancia, su segundo disco de poetas, el rockero del Clot apela a otra máxima, "tras un error ha de llegar una jugada maestra". Estos días la está ideando, y bien podría ser un nuevo disco con Los Trogloditas u otro con Gabriel Sopeña, su mano derecha para asuntos poéticos. "Veremos", dice el Loco, "sólo sé que mantengo la ilusión precisa para meterme en un estudio y grabar. Me apetece hacer rock, reivindicar un rock en castellano que no sea ni melifluo ni suburbial, y para ello están preparados Los Trogloditas. No sé quién lo editará, pero es lo que menos me importa, ya que los bancos ofrecen créditos que se pagan con la pasta de los bolos y te permiten editar lo que te apetece sin dar explicaciones a nadie".

Cualquiera que no fuese de barrio hubiese arrojado la toalla lejos ya los tiempos de máximo esplendor, pero claudicar es un verbo que no cabe en su vocabulario, Loquillo es hijo de la calle y el orgullo de superviviente le alimenta: "Es inútil escapar de lo que eres, es algo que te persigue de por vida".