España ocupa sólo la mitad de los puestos que debía en el BCE

La representación de España en el Banco Central Europeo (BCE), que a partir de enero fijará la política monetaria en nuestro país, se encuentra muy por debajo de lo que le corresponde. Sólo ha ocupado la mitad de los puestos directivos a los que podía haber accedido y, además, está casi ausente en los departamentos técnicos más decisivos. La descoordinación entre el Ministerio de Economía y el Banco de España, junto con la escasez de incentivos para que especialistas españoles solicitaran las plazas más interesantes, es una de las razones por las que se ha producido este "abandono". Otros países, como Alemania y Holanda, que controlan el importante departamento de investigación, se han movido para lograr una representación equivalente o superior a su cuota en el capital del BCE. Italia, que inicialmente tenía poca presencia, ha logrado enderezar su situación. Según los datos en poder de EL PAIS, España debería estar representada por aproximadamente 50 de los 570 funcionarios contratados por el Banco Central Europeo. Sin embargo, sólo ocupa 27 plazas. Más grave que la aportación cuantitativa es la colocación cualitativa: sólo hay un director general, cuando Holanda tiene dos e incluso el Reino Unido, que no pertenece a la zona euro, uno.