PNV y EA acuerdan una política de pacificación que considera superado el pacto de Ajuria Enea

, PNV y EA han acordado una política de pacificación que considera superado el Pacto de Ajuria Enea y toda una época marcada por el documento consensuado, firmado en febrero de 1988. Una década después, los dos partidos nacionalistas que ya han iniciado la búsqueda de apoyos en EH, basarán la dirección del proceso de paz en los postulados de una parte del plan de paz de Ardanza y del Acuerdo de Lizarra. Los nacionalistas creen necesario lanzar un profundo debate, también residenciado en el Parlamento, sobre la profundización del autogobierno y el actual marco jurídico.

El nuevo Gobierno vasco inaugurará una época en la que los herederos parlamentarios de HB, Euskal Herritarrok, abandonan la instrumentalización de las instituciones y se comprometen políticamente en el Parlamento vasco, por vez primera desde su fundación hace dos décadas. Una época que marca el final de los ejecutivos de coalición entre socialistas y nacionalistas y profundiza en los compromisos sobre pacificación adquiridos entre los firmantes de Lizarra.La tregua decretada por ETA ha dado paso a una alianza entre el PNV, EA y EH, que considera finiquitado el Pacto de Ajuria Enea y construye una estrategia de pacificación cuya primera piedra es la declaración de Lizarra y la parte del plan de paz de Ardanza que no ha quedado obsoleta tras el cese de los atentados. "El Gobierno nace en diciembre de 1998, y tenemos que partir de aquí, no podemos hacerlo mirando al pasado, sino al presente, y al futuro", declaró ayer una persona que ha participado en la negociación del Ejecutivo.

PNV y EA se han comprometido en el pacto de Gobierno con la "profundización del autogobierno", tanto hacia dentro como hacia fuera, en un proceso que quieren hacer "sin exclusiones, y sobre la base de la integración de todos los partidos políticos", interpretó ayer uno de los miembros de las comisiones negociadoras.

Hacia adentro, para mejorar las relaciones entre instituciones, con una reforma de la Ley de Territorios Históricos (LTH) -una de las razones que provocó la escisión del PNV- que dé más poder a los ayuntamientos y limite, en lo posible, la capacidad de las diputaciones de convertirse en un contrapoder, si caen en manos de otras siglas.

Debate político

PNV y EA apuestan, además, por profundizar el autogobierno también "hacia fuera", es decir superando el actual marco jurídico político. Para ello consideran necesario provocar un amplio debate a todos los niveles, también residenciado en el Parlamento vasco, sobre las demandas de la sociedad de Euskadi. Un amplio debate en el que cada partido exponga el modelo de sociedad al que aspira y que finalmente sea la sociedad vasca la que decida el modelo de relaciones que desea con el resto del Estado, y la estructura política con la que desea afrontar el futuro.PNV y EA están firmemente convencidos de que ese proceso de debate público tiene que ser "integrador", y no puede forzarse, pero tampoco "frenarse" por la resistencia de algunos partidos políticos que "están anclados" en posturas "nada flexibles".

El pacto de Gobierno, según confirmaron estas mismas fuentes, tiene como uno de sus pilares la transición a la Unión Europea, y sus miras puestas en la adaptación monetaria, pero también legal, de manera que la construcción de Euskadi no se quede al margen de las modificaciones que van a sufrir los Estados. El candidato del PNV, Juan José Ibarretxe, ya lo decía en la campaña electoral. Entonces sugería que las barreras de los Estados van a caer en favor de una Unión Europea más fuerte, haciendo inestable al actual marco jurídico político, abriendo así una vía para profundizar en el autogobierno.

Según confirmaron ayer fuentes de las comisiones negociadoras, aunque el programa se hará público el sábado en Vitoria, EH ya tiene una copia. Representantes del PNV y EA se reunieron ayer en la sede del Ejecutivo vasco con Arnaldo Otegi, Rakel Peña, Kepa Gordejuela e Ibon Arbulu para presentarles el acuerdo. Las líneas maestras del documento fueron recibidas "con agrado" por la delegación de EH, que el lunes decidirá si apoya con sus votos la candidatura de Ibarretxe, algo que en medios nacionalistas se da por hecho.

Empleo

El programa gira en torno a la pacificación, el empleo, y la transición a la UE. En materia de economía y empleo se prevé la creación de una agencia denominada Servicio Vasco de Empleo, que gestionará todas las políticas activas de promoción laboral una vez transferidas. El PNV, empujado por EA, ha firmado un compromiso para que el Gobierno vasco incentive la reducción de jornada a las 35 horas, siempre que se produzca un acuerdo entre empresarios y sindicatos. Además, el Ejecutivo se compromete a impulsar, atendiendo a estudios concretos de cada sector, el reparto del empleo. También estudiarán la posibilidad de conceder un salario a todos los parados. El PNV acepta estudiar la carta social, pero a través de las posibilidades de la Ley de Exclusión Social, que regula el salario de inserción. Aunque este extremo no pudo ser confirmado, los dos partidos podrían relanzar el Banco Público Vasco. El pacto consta de medio centenar de folios que Arzalluz y Garaikoetxea firmarán el sábado en Vitoria.