El Congreso aprueba la ayuda de 1,3 billones a las eléctricas con el apoyo de CiU y PNV

El Gobierno consiguió ayer en el Congreso la aprobación de los Presupuestos para 1999 y de la Ley de Acompañamiento, aunque ningún miembro del Ejecutivo estuvo presente en el hemiciclo durante el debate de las polémicas enmiendas que afectan a las eléctricas, las fundaciones sanitarias, la Ley del Deporte o los nuevos incentivos al empleo.

En esta última fase de la tramitación parlamentaria, únicamente se trata de votar a favor o en contra de las enmiendas aprobadas en el Senado. Sólo han de intervenir los portavoces parlamentarios, pero la ausencia ayer del Gobierno acentuó la sospecha de falta de limpieza democrática con que, a juicio de la oposición, se han tramitado las dos leyes.

En especial, durante el proceso de discusión en el Senado, donde el PP cuenta con mayoría absoluta y ha presentado 110 enmiendas a la Ley de Acompañamiento que modifican 21 leyes. Entre ellas está la que permite compensar a las compañías eléctricas con 1,3 billones de pesetas en concepto de costes de transición a la competencia.

"Insensatos"

Esta enmienda fue ratificada ayer en el Congreso por el PP, CiU -que se abstuvo en el Senado-, Coalición Canaria y el PNV, que votó encontra en la Cámara alta. Lo atropellado de las votaciones estuvo a punto de dar al traste con la polémica propuesta. 36 diputados de distintos grupos no se enteraron bien de qué se votaba y ni siquiera apretaron el botón. Salió adelante por 154 a favor, 143 en contra y seis abstenciones.

Los nacionalistas vascos mantuvieron hasta el último momento la incógnita. También quedaron ayer demasiado a la vista las concesiones que casi hasta el final el Gobierno ha de hacer para obtener el respaldo de sus socios. Estos peajes se mantienen en secreto.

El portavoz socialista, José Borrell, acusó al PP y a los partidos nacionalistas que le apoyan de "insensatos" por aprobar la enmienda de las eléctricas sin tener en cuenta la posibilidad de que la UE y el Tribunal Constitucional echen abajo toda la operación. Insistió en que el Gobierno "se ha sometido aquí" al dictado del grupo de presión de las eléctricas.

El portavoz de IU, Pedro Antonio Ríos, calificó el procedimiento seguido de "chapuza" y criticó que los consumidores deban pagar a los bancos, "los propietarios de las eléctricas", el 4,5% del recibo de la luz hasta el 2007. Joan Saura, de Iniciativa per Catalunya (Grupo Mixto), hizo un paralelismo con el sorteo de la lotería celebrado ayer, al denunciar "el premio gordo" que se da a las eléctricas.

El portavoz del PP, Ramón Aguirre, acusó a Borrell de intentar echar una cortina de humo sobre los buenos resultados de la economía. "Nos viene muy bien que haga esos presagios funerarios, porque así las urnas electorales se llenan de las gaviotas [el símbolo del PP] del Partido Popular", dijo Aguirre.

Para la creación de fundaciones públicas sanitarias, el Gobierno contó con el respaldo de CiU y Coalición Canaria, pero el PNV se abstuvo. Previamente, Borrell había pedido a los nacionalistas que fueran "verdaderos autonomistas" y no apoyasen una norma que no se aplicará en sus territorios. Pese a todo lo accidentado del debate de ayer, los Presupuestos para 1999 y la Ley de Acompañamiento se aprobaron en el Congreso prácticamente sin modificación. Únicamente CiU unió en cinco ocasiones sus votos a los de la oposición para aprobar, en contra del PP, medidas como el impuesto del 12% para los monovolúmenes.

Pese a este voto de castigo, el vicepresidente segundo y ministro de Economía, Rodrigo Rato, destacó el alto grado de estabilidad parlamentaria con que ayer se aprobaron los Presupuestos. Disculpó la ausencia del Gobierno durante el debate por el hecho de que, al tiempo, tenía lugar en el Congreso la Comisión Delegada para Asuntos Económicos y la de subsecretarios. Varios miembros del Ejecutivo, entre ellos su presidente, José María Aznar, acudieron a votar.

Los Presupuestos aprobados ayer, los del euro, prevén un déficit público del 1,6% del PIB, el menor de los últimos 20 años, según recordó Rato; sitúan el crecimiento económico en el 3,8%; la inflación, en el 1,8%, y estiman un crecimiento del empleo del 2,8%. El gasto consolidado no financiero asciende a 31,1 billones de pesetas y los ingresos se calculan en 29,5 billones.