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El Parlament aprueba por unanimidad la Carta Municipal con la ausencia de Pujol

El Parlament aprobó ayer por unanimidad la Carta Municipal de Barcelona, que ha necesido once años de negociaciones para llegar a puerto. El pleno, el último del año y, quizás, de la legislatura, tenía asegurado el consenso en las votaciones, lo que no evitó que surgieran rifirrafes entre IC y CiU, con rectificación final incluida del diputado convergente Jaume Camps. En la tribuna estaba el equipo de gobierno del Ayuntamiento, con el alcalde Joan Clos, el ex alcalde Pasqual Maragall y el jefe de la oposición, Miquel Roca, al frente. En el hemiciclo estuvo ausente el presidente Jordi Pujol.

El pleno, que tenía que servir para que los diputados se felicitaran las fiestas, acabó con insultos y disculpas. Las votaciones registraron la unanimidad previamente pactada, pero alguno de los discursos provocó sonoras protestas. A la oposición le resultó especialmente dolorosa la ausencia del presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, en un día reiteradamente calificado como "uno de los más importantes de la historia de la ciudad". La ausencia del presidente catalán no afectaba sólo al protocolo. El discurso de Inma Mayol, diputada que ayer se despedía para encabezar la candidatura a la alcaldía de Barcelona por IC, daba la clave de esa ausencia: la carta se aprueba, dijo Mayol, "pese al Gobierno de la Generalitat" ya que, para CiU, que "ve a los ayuntamientos como competidores", no cabe en Cataluña "una Barcelona potente". Hasta ese momento, los discursos de Xavier Trias, en nombre del Gobierno, y Jordi Portabella (ERC), Maria Olivares (Els Verds) y Xavier Bosch (PI) -igual que pasó después con la intervención de Daniel Sirera (PP)- habían servido para dar tiempo a que llegaran los rezagados. El murmullo era general e incluso algún miembro de la mesa hablaba por teléfono mientras los bedeles repartían correo entre los bancos. Las críticas de Mayol a CiU hicieron que los diputados prestaran atención al debate. Mayol recordó las dificultades, 11 años, del Gobierno municipal para aprobar la carta por la "estrechez de miras de CiU" y su enemistad tradicional respecto a Barcelona, ejemplificada por la ausencia del presidente Pujol en un día tan señalado. Le replicó Jaume Camps (CiU), quien aseguró que la coalición no tiene problemas con la carta y que no recurrirá a ardides como los empleados por IC y PSC con la ley de acompañamiento de los Presupuestos para frenarla mediante su remisión al Consejo Consultivo. Y remató que eso era así porque "de porc i de senyor se n"ha de venir de mena". Frase que retiró luego ante la protesta de Mayol. El discurso de mayor calado político fue el pronunciado por Joaquim Nadal (PSC), quien, tras repasar la larga aspiración de Barcelona por tener una carta como la aprobada ayer, dijo que por fin se había logrado "cerrando un siglo y un ciclo que empezó con el doctor Robert y llega al final con el doctor Clos". Nadal terminó afirmando que, aunque la ley tiene que ser aprobada por el Congreso, sería bueno que otra carta, en el futuro, no necesitara de este trámite y fuera suficiente la decisión del Parlament. La Carta Municipal, Constitución de la ciudad de Barcelona que amplía sus competencias en diversas materias, fue elogiada tras el pleno por Clos y Maragall, su antecesor y principal impulsor del texto, quien no quiso perderse el acontecimiento. Posteriormente, el pleno municipal celebrado en el Ayuntamiento de Barcelona se cerró con unas palabras de Clos asegurando que era un buen "regalo de Navidad para Barcelona".

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