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Las obras del metro de Barranquilla terminan y gozaremos de este servicio de transporte esencial para este barrio, dada la mala situación general del mismo, hasta la fecha. Todos nos felicitamos de que por fin se haya logrado una reivindicación tan justificada como ésta, pero no debemos olvidarnos de los inconvenientes que están produciendo a vecinos en general, comerciantes en particular y especialmente a los afectados por las obras.Los vecinos seremos los que antes disfrutaremos de este transporte y pronto nos olvidaremos de las incomodidades que hemos padecido. Los comerciantes tardarán algo más hasta que vuelvan a conseguir los clientes perdidos durante estos largos meses, y, quién sabe, si no algunos más debido al flujo de viajeros, aunque no han de olvidar que tienen derecho a una indemnización por parte del Ayuntamiento debido a las obras de larga duración, establecido en la legislación vigente, que en alguna medida compensará los descalabros comerciales producidos a los que hayan podido resistir. Pero los que no olvidarán las obras del metro serán los afectados por grietas en sus fachadas y habitaciones.

Nos referimos a todas esas comunidades situadas en las inmediaciones de la calle de Barranquilla que han visto cómo sus viviendas se resquebrajaban desde sus cimientos. Estos últimos van a tardar más en olvidarse de las obras o quizá nunca lo hagan.

A pesar de las indemnizaciones que empieza a pagar la compañía de seguros a los convecinos de algunas viviendas, que, por cierto, son cantidades ridículas si se valora justamente un perjuicio que difícilmente desaparecerá: la infravaloración de sus viviendas agrietadas.

Pero es lógico que los mismos hayan empezado a aceptar las exiguas cantidades ofrecidas por la empresa aseguradora de Dragados, pues quizá piensen que "más vale lo poco, pero seguro, que lo mucho y difícil de conseguir".

En este sentido es lamentable que se abuse de los vecinos y que la Administración autónoma no sea capaz de reconocer por escrito los daños realizados y asuma la responsabilidad, personalmente, a que hubiera lugar en los próximos años si las deficiencias siguen manifestándose. Ésta sería la única forma de asumir realmente los perjuicios que han ocasionado estas obras.

Ante esta situación, la asociación de vecinos exige de la Comunidad de Madrid (Consejería de Transportes) un compromiso formal, por escrito, mediante un estudio técnico de las deficiencias de cada una de las comunidades de la zona, la reparación directa de las mismas a su estado anterior, así como la aceptación por escrito de las reparaciones que fueran necesarias en su día debidas a deficiencias estructurales producidas por las actuales obras del metro. . Asociación de vecinos La Expansión de San Lorenzo.