El primer ministro ruso viaja a India con un programa de cooperación militar
El primer ministro ruso, Yevgueni Primakov, comenzó ayer una visita oficial a India destinada a reforzar los lazos con su principal aliado en la región e importantísimo mercado para su armamento. Rusia, que pasa por su peor momento en las relaciones con Estados Unidos, debido a su categórica oposición a los bombardeos contra Irak, trata de mirar hacia Oriente y mantener una política exterior más equilibrada. La visita debía haberla efectuado el presidente Borís Yeltsin, pero quedó "aplazada" durante su reciente enfermedad.
Pero este viaje, el primero que hace a Nueva Delhi un jefe de Gobierno de un miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU después de que India realizara una serie de explosiones nucleares en mayo de este año, sólo puede agudizar aún más las tensiones con Washington, que asegura que algunas de las tecnologías vendidas por Rusia a India pueden usarse para desallorar el programa atómico.El presidente ruso, Borís Yeltsin, debía haber realizado esta visita, a la que concede gran importancia estratégica para Rusia, pero a causa de sus problemas de salud ha tenido que delegar la misión en Primakov. Durante su estancia de dos días, Primakov se reunirá con su homólogo indio Atal Behari Vajpayee, con el presidente Narayanan y el vicepresidente Krishna Kant, y firmará al menos siete documentos de cooperación, entre los que destaca un acuerdo de colaboración técnico-militar que se desarrollará hasta el año 2010.
"Rusia está decidida a cumplir en su totalidad con las obligaciones contraídas con India en el campo de la cooperación militar, a pesar de las presiones que a veces se ejercen sobre Moscú para que cese estos contactos", declaró ayer en la embajada en Nueva Delhi un alto diplomático ruso, citado por Itar-Tass . Presumiblemente, el diplomático ruso se refería a la oposición estadounidense a la venta de propulsores para el programa espacial de la India. Washington sostiene que éstos pueden ser utilizados con fines militares, pero Moscú, a pesar de las presiones ejercidas, entregó a Nueva Delhi el primero de estos propulsores en septiembre pasado.
Estados Unidos condenó enérgicamente las explosiones nucleares realizadas en mayo por India, a las que siguieron las de Pakistán, y le impuso sanciones, pero Rusia, lejos de seguir en esto a Washington, al mes siguiente reanimó un antiguo acuerdo para construir la primera gran central atómica en el subcontinente.
Uno de los principales objetivos de Primakov será el de reavivar el comercio entre ambos países, que ha descendido de más de 700.000 millones de pesetas anuales en la época soviética a unos 222.500 millones en el periodo de abril de 1997 a marzo de 1998.
La caída del comercio bilateral se debe en gran parte al complicado sistema de pago, unido al hecho de que éstos se hacen en rupias y no en moneda convertible. Moscú hace tiempo que desea convertir la deuda india -más de 1,1 billones de pesetas- a dólares, pero Nueva Delhi se resiste. Sin embargo, las limitaciones a la libre convertibilidad de la rupia deben desaparecer el año entrante, después de que India haya firmado la carta del Fondo Monetario Internacional. De concretarse esta perspectiva, el Kremlin podría disponer libremente de la deuda india, lo que aliviaría a las empobrecidas arcas estatales rusas.
Otro de los problemas en las relaciones económicas bilaterales es el de la financiación de las obras que Rusia está llevando a cabo en India, que hacen dudar de que Moscú pueda terminar a tiempo la construcción de la central atómica a la que el Kremlin dio luz verde a pesar de las pruebas nucleares realizadas por Nueva Delhi y de varias centrales hidráulicas, así como la modernización de una fábrica siderúrgica. Esto, a su vez, hace más difícil que los rusos puedan ganar a las firmas occidentales en la lucha por obtener nuevos contratos. Pero lo más importante tanto para Rusia como para India son sus relaciones estratégicas, que ambos países desean conservar y desarrollar en la primera década del nuevo siglo. La alianza estratégica entre Moscú y Nueva Delhi es antigua: los rusos apoyaron a los indios durante el conflicto armado en el subcontinente, les ayudaron a crear su industria pesada y armaron a su Ejército.
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