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TREGUA EN EL GOLFO

Blair cree que Sadam sabe después del ataque que "los cerrojos de su jaula son de acero"

El primer ministro británico, Tony Blair, defendió ayer la participación del Reino Unido en la operación Zorro del Desierto de bombardeo de Irak, cuya primera etapa operativa concluyó la noche del sábado. "Nunca comprometería personal militar si no sintiera que es el paso correcto", señaló, tras calificar de "grotescas y ofensivas" las alusiones de miembros de su propio partido y de algunos sectores de la prensa que ubican los motivos de la ayuda británica en un esfuerzo por eclipsar los problemas domésticos del presidente de Estados Unidos, Bill Clinton.

El Reino Unido tiene un interés legítimo en su intento directo por contrarrestrar la capacidad bélica del régimen de Bagdad, porque, según dijo ayer su primer ministro, Tony Blair, "si Sadam saliera de nuevo de su jaula y comenzara a ser un peligro genuino en el área, como lo fue cuando inició la guerra contra Irán y cuando invadió Kuwait, la inestabilidad se extendería a toda la región"."No es posible que el Reino Unido se mantenga al margen de esta situación. Si no hubiéramos actuado, Sadam sabría que el cerrojo de su jaula es de papel, en vez de acero", dijo con determinación el primer ministro laborista, quien se mostró satisfecho con los resultados de las cuatro noches consecutivas de bombardeo sobre objetivos militares y políticos iraquíes. La operación, tal y como insistió, no ha hecho más que comenzar.

La fase operativa da paso ahora a una "política de contención" del régimen de Bagdad en la que Londres intentará comprometer al resto de la comunidad internacional. "Debemos forzar una nueva estrategia que garantice la estabilidad en las relaciones entre la comunidad internacional y el régimen iraquí", señaló Blair. La estrategia política incluye tres puntos esenciales: reanudación e intensificación de los contactos diplomáticos sin anular la posibilidad de nuevos ataques, endurecimiento en el cumplimiento de las sanciones y restauración del programa de inspección sobre la capacidad bélica de Sadam.

Estado de alerta

Como primer paso, Londres anunció que sus aviones de combate Tornado que participaron en el ataque de los últimos días permanecerán "en estado de alerta" en las bases de Kuwait. Por otra parte, el ministro de Defensa, George Robertson, informó sobre el envío, el próximo mes de enero, del portaaviones Invencible al golfo Pérsico. El Invencible, de 208 metros de eslora y que lleva a bordo una compañía de 1.200 hombres y mujeres, es uno de los buques de guerra más grandes de la Marina británica. "Debemos mantener la amenaza del recurso a la fuerza ahora que Sadam sabe que es creíble", resaltó Blair. Frente a la negativa del Gobierno iraquí a permitir el regreso de los inspectores de la ONU al país, el primer ministro defendió ayer que se debe encontrar un método para controlar "apropiadamente" la capacidad bélica de Sadam sin caer, dijo, " en el juego del gato y del ratón" que ha caracterizado el programa desde el alto el fuego de 1991.

Ayer, Blair no adelantó una estrategia definitiva en este punto, motor y excusa del ataque de los días pasados. De acuerdo con el Ministerio de Defensa, el bombardeo no ha aniquilado totalmente el programa armamentístico de Sadam, pero lo ha "retrasado por varios años".

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El general Charles Guthrie, jefe de personal en el ministerio, explicó, mientras mostraba mapas detallados de las zonas afectadas, que los aliados alcanzaron más de treinta sedes de armamento biológico y químico. Durante las cuatro noches se lanzaron 400 misiles de crucero en un total de 200 ataques aéreos. Al mismo tiempo, Blair recordó que varios países europeos, incluida España, además de Canadá y Japón, apoyaron el ataque británico y estadounidense. Respecto a Francia, reacia al bombardeo, el primer ministro resaltó su actitud "útil" en el seno del Consejo Nacional de la ONU.

Derrocamiento de Sadam

La oposición conservadora británica siguió apostando ayer por el derrocamiento de Sadam Husein al frente del Gobierno iraquí. Es la postura que defiende desde la salida de Bagdad del equipo de inspectores internacionales. "Se lo debemos a los hombres y mujeres que han arriesgado sus vidas en los últimos días", señaló Michael Howard, portavoz de Exteriores en el llamado Gobierno en la sombra.El Ministerio del Interior, por su parte, accedió a entrevistarse con miembros de la comunidad musulmana que representa el Consejo Musulmán Británico. Éste no es el único grupo que teme represalias después de la acción aliada. Los familiares de las víctimas de la bomba de Lockerbie, reunidos este fin de semana en dicho poblado escocés en el décimo aniversario de la tragedia, expresaron ayer su temor a que el ataque contra Irak retrase la esperada entrega de los dos sospechosos libios por parte del coronel Gaddafi.

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