24.100 soldados, superbombarderos, dos portaaviones y misiles de alcance medio
Desde el mes pasado, durante su último enfrentamiento con Irak, el Ejército de Estados Unidos cuenta con un amplio despliegue militar en las proximidades del Golfo Pérsico. Las fuerzas que permanecen desde entonces en el área incluyen 201 aviones, entre ellos 15 superbombarderos B-52.La presencia de estos aviones, que se encuentran en la isla de Diego García en el océano Índico, es significativa porque tienen capacidad para lanzar misiles de crucero, que será uno de los métodos principales de ataque dado que no ponen en obvio peligro a las tropas norteamericanas. A las fuerzas aéreas se suma la amenaza de los 22 barcos de guerra, de los cuales ocho van equipados con misiles de crucero.
El Pentágono informó ayer de que estos ocho buques habían zarpado para el norte del Golfo para hacer posible el lanzamiento de los misiles. En total, Estados Unidos dispone de unos 300 misiles de crucero en el área. El portaviones Enterprise ya está en la zona, y se espera la llegada de otro más, el Carl Vinson, para el domingo. El total de las tropas norteamericanas en la región se sitúa alrededor de 24.100 efectivos. El Pentágono recalcó ayer que estas fuerzas son más que suficientes para realizar un ataque sotenido contra Irak.
El presidente estadounidense Bill Clinton anuló un ataque ordenado en noviembre pasado, cuando ya estaba en marcha, tras al anuncio de Sadam Husein de que iba a cooperar con los equipos de desarme de la Organización de Naciones Unidas. El departamento de Defensa ha hecho saber que el ataque no consistirá en un solo episodio, como ha hecho en el pasado, diseñado para enviar un mensaje a Sadam, sino que será una operación contundente.
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