La Complutense quiere más peso en la fundación que regirá el campus de Aranjuez

Por mucho que la Consejería de Educación dé por hecho que el proyecto universitario para Aranjuez está encauzado, la Universidad Complutense aún no ha dicho "la última palabra" al respecto. El aviso salió ayer de boca del gerente de la institución, Dionisio Ramos, que recalcó la existencia de condiciones previas para que la Complutense asuma las seis nuevas facultades que el Gobierno regional quiere implantar en la localidad ribereña.Ramos se confesó sorprendido de que el director general de Universidades, Vicente Ortega, anunciara el lunes la puesta en marcha del campus en Aranjuez como una cuestión "cuasi definitiva". La Complutense, argumentó Ramos, ha participado en las negociaciones, sí, pero aún no ha dado su visto bueno a ninguna propuesta concreta. Ramos reveló que la consejería aún no ha elaborado los estatutos de la Fundación Felipe II -el órgano que gestionará el campus- ni el borrador del convenio de adscripción de las facultades a la Complutense. "Mientras no tengamos esos documentos sobre la mesa, esta universidad no se va a pronunciar", alertó su gerente. Y remachó: "La única gran condición que hemos planteado es que nosotros no vamos a ir de comparsas. Si la Comunidad no está dispuesta a asumir esta premisa, a lo mejor debe ir buscándose otra universidad".

Un tercio de representantes

En su comparecencia parlamentaria, Ortega explicó que la Complutense se limitaría a conceder la venia docendi (autorización a los profesores para ejercer la docencia), mientras que la gestión y administración del campus recaería en manos de la Fundación. En este novedoso órgano también participaría la universidad, pero sólo con un tercio de miembros: los otros dos tercios estarían en manos del Ejecutivo regional y del Ayuntamiento.El gerente Ramos insistió ayer, explícitamente: "No estamos dispuestos a que sólo tengamos que ver con ese proyecto a la hora de conceder la venia docendi". Por eso, una de las exigencias que plantea la universidad es reservarse la potestad de nombrar al director del futuro centro universitario de Aranjuez.

Por lo demás, Dionisio Ramos se atribuyó la paternidad de la fórmula de la fundación para gestionar las futuras facultades, un modelo que ha disgustado a la oposición (PSOE e IU) y a algunos rectores. El gerente defendió la idea como "la única forma de que el proyecto de Aranjuez no nos cueste dinero". Al debate se sumó el rector de la Rey Juan Carlos, Guillermo Calleja, que defendió las fundaciones como "una manera inteligente de agilizar la gestión". A su juicio, las críticas se deben a que "lo novedoso crea recelo e inquietud", y subrayó: "Comparar esto con una privatización implica sacar las cosas de quicio".