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Una fusión contra la crisis

Nueva Herramienta de Corte, S.A., más conocida como Neco, es una prueba de las ventajas de una fusión, cuando las cuentas no cuadran. En 1995, se constituyó Neco, unión de las fabricantes vascas de herramientas Ardatz, Castillo y Laborde, que tenían un dudoso futuro por separado. El Departamento de Industria auspició la fusión, dentro de la política de reordenación de sectores en crisis que inició a principios de esta década. En su primer ejercicio, la nueva empresa tuvo unas pérdidas de 150 millones de pesetas, pero superó los niveles de producción de las tres firmas anteriores, y un año después llegaron los beneficios. El cash flow (beneficios más amortizaciones) ha pasado del 2% sobre ventas en 1995, al 15% actual. En 1998 la empresa prevé facturar 2.200 millones de pesetas, un 25% más que el ejercicio anterior y registrar unos beneficios de 60 millones de pesetas. Neco es actualmente la fabricante de herramientas de corte con mayor gama de productos del mercado español. En la empresa creen que el despegue de los resultados económicos todavía está por llegar. "Éste es el año en el que empezamos a recoger los frutos del trabajo de los dos años anteriores", asegura el gerente, José Manuel González. La fusión trajo el expediente de empleo para 141 trabajadores y actualmente, 222 personas trabajan en la fábrica, que ocupa las antiguas instalaciones de la empresa Castillo en Elorrio (Vizcaya). Con la unificación, el grueso de la producción se centralizó en Elorrio, donde se trasladó toda la maquinaria de las tres empresas, pero se mantuvo la planta de Laborde en Andoain, porque la lejanía entre esta localidad guipuzcoana y Elorrio dificultaba el traslado diario de los trabajadores. En julio de 1997, las inundaciones en el área de Donostialdea inundaron la planta de Neco en Andoain, adelantando el traslado de toda la producción a Elorrio. En octubre de 1997, se cerró la fábrica guipuzcoana y culminó la fusión. "Se facilitó a los trabajadores que no querían trasladarse a Elorrio la recolocación en otras empresas o indemnizaciones", asegura el gerente. La firma invertirá en 1999 unos 50 millones de pesetas en instalar un sistema de información integrado para mejorar las comunicaciones y servicio a los clientes y afrontar con garantías la llegada del euro. El próximo año también Neco ampliará con 1.000 nuevos metros cuadrados de talleres sus instalaciones. Uno de los proyectos más importantes que ha acometido Neco es la creación de una joint venture en Cuba con la empresa cubana Herramix. Neco ha aportado maquinaria y conocimientos a la nueva sociedad, que fabricará sus primeras herramientas el próximo año. "El objetivo es posicionarnos en el mercado cubano que puede revertir beneficios a corto plazo", explica el gerente de Neco, que ha realizado una aportación inicial de 20 millones de pesetas. Cifras aparte, la empresa ha introducido la filosofía de la calidad en la gestión, que pretende aumentar la competitividad de las empresas implantando un sistema métodico de gestión y participación de los trabajadores. Entre sus logros, está el haber pasado este año la primera revisión de Aenor que ha dado como resultado la inmejorable puntuación de cero errores. Este sistema "ha cambiado drásticamente el papel del operario en el taller. Sólo en brocas hemos aumentado la producción en un 50% este año con la misma plantilla", comenta González. Los machos de roscar son el producto que más vende Neco y suponen el 55% de su facturación. La empresa fabrica también otras herramientas de corte como brocas, fresas y cojinetes bajo las marcas Ardatz, Labher, Castillo y Precy. El 60% de la producción se vende en el mercado nacional, donde cuenta con una cartera de 2.000 clientes y el 40% restante, corresponde a la exportación. Europa, Sudamérica y Centroamérica son los principales mercados exteriores de Neco. En el extranjero, la empresa vende también herramientas que luego comercializan con su propia marca otras empresas. Neco dirige sus productos a dos submercados: el gran público y el sector de distribución, por un lado, y, por otro, al mercado industrial, especialmente, al sector de automoción y aeronáutico. Para todos los fabricantes de coches con presencia en España la empresa fabrica herramientas especiales, adaptadas a las necesidades productivas de sus empresas clientes. La nueva política comercial de las empresas de automoción es elegir al mismo proveedor para todas las fábricas y Neco está luchando por entrar en Ford de Inglaterra y hacerse un hueco en la nueva estrategia de los principales fabricantes de coches.

El empuje de la multinacional Tivoly

Cuando se comenzó a estudiar la reordenación del sector de herramientas de corte, el Gobierno vasco no incluyó a Ardatz, propiedad al 100% del grupo francés Tivoly. Pero fue, precisamente, la solidez que podía dar al proceso la presencia de un socio extranjero, lo que llevó al Departamento de Industria a plantear una fusión a tres bandas. La presencia de la multinacional Tivoly dio garantías a la unión. La firma aportó 100 millones de pesetas y desde entonces, no se ha desvinculado del proyecto. La última aportación económica de Tivoly se produjo el pasado mes de enero, haciendo frente a los compromisos de los pasivos de las tres antiguas empresas, junto a la sociedad de capital riesgo del Gobierno vasco Ezten. "Tivoly se ha implicado al máximo en la fusión", subraya el gerente de Neco. El año pasado culminó también la liquidación de las antiguas empresas y cambió la composición accionarial. En un principio, el Grupo Tivoly, con el 35,6% era el primer accionista de Neco, Castillo controlaba el 33,3%, Laborde poseía el 16,4% y Ezten, el 10,5%. Con la disolución de las antiguas empresas, se ha reorganizado el accionariado el pasado mes de junio. Actualmente, el grupo francés controla el 61,2% del capital, Ezten ha aumentado su participación accionarial hasta el 24% y Neco cuenta con una autocartera del 10%. Pese a que Tivoly es la accionista mayoritaria de Neco, la empresa vasca tiene "autonomía en marcas, tarifas, política comercial y su propia red de distribuidores", destaca González. Neco es la única planta española de Tivoly, la tercera empresa del sector en Europa y la séptima en el mercado mundial.

La experiencia del consultor de empresas

"Las empresas tenían dimensiones reducidas que no garantizaban su viabilidad por la competencia en el mercado nacional y extranjero. Así que la alternativa era fusiones o el establecimiento de la joint venture ", explica José Manuel González, gerente de Neco. Licenciado en Ciencias Económicas, González (Zamora, 1960) entró en Ardatz en 1993 como director de organización, cuando ya se había planteado el proyecto de fusión y fue uno de los artífices de la unión, desde su puesto de responsable del área industrial. El actual gerente llegó a Neco, con la experiencia como consultor durante siete años en Andersen Consulting. "La clave en este tipo de fusiones es la voluntad de mejora y motivación de los participantes. Cuando se llega a este punto, se inicia una fase de no retorno que garantiza que el proyecto se realizará. Tiene que haber una auténtica convicción de que el fin justifica los medios", asegura González, quien añade que la fusión de Neco "es el proyecto más enriquecedor en el que he trabajado". Unificar tres empresas con culturas empresariales diferentes y tradicionalmente competidoras no fue fácil. Ardatz era la empresa más saneada pero tenía deudas acumuladas, mientras Castillo, S. A. y la sociedad anónima laboral Laborde Herramientas tenían una situación económica y laboral bastante complicada. Proceso rápido Pese a las diferentes tradiciones de cada una de las empresas, el proyecto se gestó en un tiempo récord. "El proceso empezó en verano de 1993 y Neco nació en mayo de 1995", subraya el gerente, que se encargó de la unión logística e industrial de las tres firmas. En opinión de González, "sin la colaboración de la plantilla, que reaccionó como una piña, no se hubiera podido realizar la fusión". Desde la dirección de Neco, se está impulsando una política de participación de los trabajadores, que pasa por la transparencia en la gestión. Los talleres de Elorrio están repletos de paneles informativos sobre los resultados de la empresa, el plan de inversiones, los incrementos de productividad, el reparto de la producción y también la tasa de absentismo. Desde los inicios de Neco, el índice de absentismo se ha reducido del 15% hasta el 3% actual. Todos los meses además el gerente organiza una reunión abierta con los trabajadores que quieran hablar con él. "Ese día podemos tratar temas de ámbito general de la empresa, que en el día a día no da tiempo a comentar", explica González.

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