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El Gobierno de Japón ratifica la nacionalización del Nippon Credit Bank

El Gobierno japonés aprobó ayer la nacionalización del Nippon Credit Bank (NCB), segunda entidad financiera del país que pasa bajo control del Estado en las últimas semanas, por encontrarse en quiebra técnica. El primer ministro, Keizo Obuchi, dio la orden al amparo de la reciente Ley de Revitalización del Sistema Financiero, tras la negativa de la dirección del banco a acogerse voluntariamente a la protección estatal y comprobarse que el NBC no había sido capaz de solucionar por sí mismo el problema de sus impagados en todo un año.Las investigaciones de la Agencia de Supervisión Financiera determinaron que el NCB padece un déficit de capital de 94.400 millones de yenes (unos 115.000 millones de pesetas) y que los créditos otorgados por la entidad con un alto riesgo ascienden a 3,74 billones de yenes (unos 4,4 billones de pesetas).

El NCB, más agresivo que la competencia, concedió grandes créditos sin apenas garantías a empresas inmobiliarias, que originaron una multimillonaria cadena de impagados.

La dirección del banco argumenta que no sufre ningún déficit de capital, y ha apelado la decisión de la Agencia de Supervisión Financiera, tomada a la vista del abultado pasivo y de los encubrimientos detectados tras una auditoría. El NBC es uno de los tres grandes bancos de crédito a largo plazo de Japón y se convierte en el segundo banco que pasa a tutela estatal en la historia moderna del país, tras el Long Term Credit Bank (LTCB), que corrió la misma suerte el 23 de octubre pasado.

A partir de ahora, el Gobierno usará en el NCB parte de los 17 billones de yenes (unos 20 billones de pesetas) incluidos en el macroprograma de recuperación financiera refrendado por el Parlamento, diseñado para poner fin a la crisis del sistema financiero nipón, que ha afectado a la credibilidad y el buen nombre de las entidades japonesas en los mercados internacionales en el último año.

El primer ministro se comprometió ayer a garantizar la estabilidad del sistema financiero, según se desprende del comunicado difundido por la oficina de Keizo Obuchi. "El Gobierno japonés", afirma, "continuará tomando todas las medidas posibles para proteger a los depositarios y otras partes interesadas, para mantener el buen funcionamiento del sistema financiero y estabilizar los mercados tanto japoneses como extranjeros".

Nueva dirección

El banco, en el que será nombrada una nueva dirección, va a continuar sus operaciones después de la nacionalización. Sus compromisos en los mercados serán enteramente garantizados por el Estado, según precisó Obuchi. Contrariamente a lo que dicen las alegaciones de la dirección de la entidad, el primer ministro ha asegurado que el NCB estaba en quiebra técnica desde el pasado mes de marzo. El Gobierno no ha precisado el precio de adquisición de las acciones, aunque los títulos cotizaban el viernes a 158 yenes. La prensa japonesa asegura que los accionistas no deberían obtener más que una remuneración simbólica.Por su parte, el ministro para la Reconstrucción Financiera, Hakuo Yanagisawa, justificó la nacionalización temporal como necesaria para evitar un colapso que podría tener repercusiones incalculables en todo el sector bancario. En rueda de prensa, Yanagisawa dio a entender que el NCB es el último gran banco nipón que se pone bajo control estatal al comentar: "No he escuchado que otros bancos sufran déficit de capital".

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