10 millones de sanción para quien incumpla la ruta aérea

La tercera pista de Barajas, que entró en funcionamiento el 4 de noviembre, se sitúa cinco kilómetros al norte de las antiguas lanzaderas. Con su puesta en marcha, el ruido del aeropuerto se ha acercado a poblaciones situadas al norte de Madrid. Y ayuntamientos, como Alcobendas y San Sebastián de los Reyes, que desconocían el impacto acústico de estas instalaciones, se han visto sorprendidos por una imprevista contaminación sonora.En AENA destacan que parte de ese ruido, el de los aviones que sobrevuelan el casco urbano de San Sebastián o Alcobendas, no obedece a las nuevas rutas sino a que los aviones las incumplen. Para evitar esta práctica, el proyecto de presupuestos va a incluir en el Senado una norma para sancionar tales infracciones con multas de hasta 10 millones de pesetas.

Una urbanización de chalés, la Granjilla, sí está claramente afectado por las nuevas rutas. "Se va a suavizar su impacto exigiendo una elevación más rápida de los aviones, desviando hacie el norte los más ruidosos y anulando los nocturnos", siempre según AENA. Y sobre todo, según estas fuentes, exigiendo "disciplina en las rutas cuando se aprueben las normas sancionadoras". Con ello, AENA intenta tranquilizar a los vecinos de esos dos pueblos (casi 200.000 habitantes entre ambos) que hoy han convocado una manifestación de protesta por el ruido.

La huella sonora, que se elaboró con una simulación por ordenador, va a medirse a pie de calle, por técnicos del CSIC, en los municipios afectados antes de mayo.Y para atender a los ciudadanos afectados, AENA ha abierto una oficina en Madrid que gestiona la insonorización de las casas que soportan más de 65 decibelios por el día o 55 por la noche.