La Audiencia bilbaína condena a ocho años de cárcel a un jubilado por narcotráfico
La Audiencia de Bilbao ha condenado a Santiago Llorente, de 73 años, jubilado y natural de Tafalla (Navarra) a ocho años y un día de prisión y una multa de cien millones de pesetas como autor de un delito de tráfico de drogas. La sentencia absuelve a otras nueve personas que fueron detenidas en la misma operación policial desarrollada el 24 de noviembre de 1993 por el Cuerpo Nacional de Policía en varios barrios de Bilbao y un pueblo de la provincia de Burgos. En el juicio, el fiscal retiró la acusación contra dos de los arrestados. Durante la operación, los agentes solicitaron permiso judicial para realizar escuchas telefónicas en los domicilios de los acusados, en algunos de los cuales se localizaron, posteriormente, diversas cantidades de droga, dinero y joyas. A pesar de ello, el tribunal considera que no se pudo probar durante el juicio que los acusados formaran parte de una red organizada de narcotráfico, ya que tal hipótesis se derivaba del contenido de las escuchas telefónicas, que si bien eran legales, no pudieron usarse como prueba por carecer de "transcripción judicial". En el caso del único condenado, la sentencia asegura que en un cobertizo de su vivienda en Villasante de Montija (Burgos), se localizaron más de dos kilos de cocaina y que, aunque "Santiago Llorente no es mas que la olla" (quien guarda la droga), y "por tanto el último en la escala de responsabilidad", no pudiendo demostrarse la culpabilidad de los demás, todo "el rigor del Codigó Penal cae en exclusiva sobre él por ser el que estaba en contacto material con la droga"
