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Los parlamentarios catalanes abogan por una televisión pública de calidad

¿Tiene todavía sentido la existencia de la radio y la televisión pública en un mercado cada vez más dominado por la diversidad de las empresas privadas? ¿Cómo resolver la deuda de los medios de comunicación que pagan todos los ciudadanos? Éstas fueron las preocupaciones en torno a las cuales giró el debate propuesto ayer por el Colegio de Periodistas de Cataluña a seis portavoces parlamentarios de la comisión de control de la CCRTV.

Los políticos del arco parlamentario catalán coincidieron en defender la idea de que el modelo de televisión pública propuesto por la Corporación Catalana de Radio y Televisión (CCRTV) tiene la obligación de ofrecer un servicio "competitivo, riguroso y de calidad" como contrapeso de la diversidad de programas de las cadenas privadas. Las decisiones políticas que se tengan que adoptar para conseguir estos propósitos marcaron las diferencias entre los ponentes. El diputado del Partit dels Socialistes (PSC) Josep Maria Carbonell se mostró contrario a que sean el mercado y los índices de audiencia los que regulen la oferta de las televisiones públicas. "El servicio público de radio y televisión no debe obsesionarse por las audiencias ni por los beneficios económicos. Son las instituciones democráticas las responsables de legitimar su funcionamiento", añadió Carbonell. Enric Castellnou, de Convergència i Unió (CiU), y Pep Bargalló, de Esquerra Republicana (ERC), aprovecharon su intervención para proclamar la función "normalizadora" de la CCRTV. "Los medios de comunicación públicos que ofrecen sus servicios en Cataluña deben utilizar el catalán como lengua que permita vertebrar la cultura catalana", afirmó Castellnou. En opinión del diputado de Iniciativa per Catalunya-Verds (IC-V) Jordi Guillot los medios de comunicación que dependen "del dinero de los contribuyentes tienen la función de entretener y fomentar los valores de cohesión y de integración social". Más crítica fue la postura de Benet Tugues (Grupo Mixto), quien acusó a TV-3 de "no esforzarse lo suficiente para transmitir los valores propios de la sociedad catalana". Financiación mixta En cuanto a las posibles respuestas para corregir la elevada deuda de la CCRTV -57.000 millones de pesetas- y de RTVE -próxima a los 700.000 millones-, todos los parlamentarios abogaron por una financiación mixta, procedente de los presupuestos de las administraciones, de la Unión Europea y, por otra parte, de la venta de productos propios y la publicidad. A juicio de Carbonell, que tuvo un papel muy activo, también es necesario que el nombramiento del director general de la CCRTV no lo decida la Generalitat. El acto contó también con la asistencia de un grupo de periodistas pertenecientes a la Comisión de Medios de Comunicación Públicos. Los periodistas recordaron a los políticos que los cambios de gobierno que se producen después de unas elecciones "son traumáticos" no sólo para los de "arriba", sino también para la profesión.

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