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El Reino Unido financiará los tratamientos para dejar de fumar

Isabel Ferrer

El Gobierno laborista británico ha declarado la guerra al tabaco, que suma 12 millones de adictos en el Reino Unido (58 millones de habitantes), con una serie de medidas y un presupuesto de 12.500 millones de pesetas. La publicidad de cigarrillos desaparecerá de las vallas callejeras y de toda la prensa en esta legislatura. El tratamiento con chicles y parches de nicotina será financiado por la Seguridad Social, que preparará a su personal para que atienda gratis a los fumadores que quieran dejar su hábito.

Uno de cada cinco jóvenes británicos fuma a los 15 años. Por ello, queda prohibido a las tabacaleras el patrocinio de ropa juvenil. Asimismo, las empresas que quieran patrocinar productos o acontecimientos deportivos no podrán hacerlo a partir del 2003.

Entre los nuevos terapeutas aparecen comadronas y visitadores sanitarios a domicilio. Todos ellos seguirán cursillos especializados para poder atender gratuitamente a los fumadores. A las escuelas y centros juveniles acudirán psicólogos.

En los pubs no habrá en principio restricciones para fumar, pero el Gobierno recomendará la creación de espacios libres de humo. Según la Sociedad Británica de Restauración, prohibir el tabaco le costaría a esta industria 90.000 millones de pesetas anuales y la pérdida de 45.000 empleos.

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