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Aseguradoras británicas discriminan a clientes con desórdenes genéticos

Isabel Ferrer

Las compañías aseguradoras británicas discriminan a los solicitantes de una póliza que sufren o son portadores de una enfermedad genética. Lawrence Low, investigador de la fundación farmacéutica Wellcome Trust, así lo afirma en un estudio publicado por él en el British Medical Journal y firmado también por Suzanne King y Tom Wilkie.Según el trío, al sector de los seguros de vida no le guían unas normas claras ni consistentes a la hora de examinar datos genéticos, "que se prestan a malentendidos fuera de su contexto médico". Debido a ello, ciudadanos que no están enfermos ni representan riesgo económico alguno para las empresas, tienen problemas para obtener una póliza de un seguro de vida. También pueden ser obligados a abonar primas muy elevadas por si acaso fallecen antes de lo previsto. Cuando la dolencia es conocida, contratar un seguro resulta muy difícil. Con enfermedades menos reconocibles para las aseguradoras, la firma puede estamparse sin tantos problemas.

El informe fue dado a conocer apenas 24 horas después de que la ONU adoptase la Declaración Universal sobre el Genoma Humano, que especifica en uno de sus artículos que "nadie podrá ser objeto de discriminaciones genéticas". En su estudio, el equipo científico entrevistó a 7.000 miembros de asociaciones formadas por las familias de los afectados por enfermedades como fibrosis quística, síndrome de Marfan, esclerosis tuberosa, mal de Huntington o distrofia muscular de Duchenne. El otro grupo aprovechado para comparar los resultados estaba compuesto por 1.033 ciudadanos libres de desórdenes genéticos. Un 33,4% del primero reconoció haber tenido problemas para hacerse un seguro, contra un 5% del segundo. Uno de los peligros apuntados por el trabajo es que la información genética "derive en una selección de los clientes más vulnerables que pueden ser injustamente tratados".

"Las compañías pueden cometer errores con personas que sólo son portadoras de una dolencia que nunca desarrollarán. O bien, que no suponen un riesgo económico para el asegurador a pesar de ella", añade el informe. La Asociación Británica de Aseguradoras ha impuesto una moratoria al uso de información genética para pólizas unidas a la compra de una casa cuando el precio del inmueble sea inferior a las 100.000 libras (25 millones de pesetas). La comisión que asesora al Gobierno en materia de genética recomienda, por su parte, mantener otro plazo de dos años para el uso de cualquier análisis genético por parte del sector.

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