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47 asociaciones crean en un lustro 6.000 empleos, según un estudio

Cuarenta y siete asociaciones ciudadanas dedicadas a los madrileños más desfavorecidos son las responsables de la creación, en el último lustro, de unos 6.000 empleos en los distritos de Puente de Vallecas, Usera y Villaverde, los que sufren mayores niveles de paro de la capital. Ésta es una de las conclusiones de la tesis doctoral de Julio Alguacil, profesor de sociología de la Universidad Carlos III, que analiza la repercución social del llamado tercer sector, es decir, de las entidades de barrio y ONG que sin ser empresas privadas ni organismos públicos cada vez son más solicitadas por las instituciones para atender a los colectivos más marginados.Alguacil ha estudiado 47 entidades ciudadanas que organizan un total de 220 proyectos. Entre éstos se cuentan talleres de garantía social o escuelas taller para chavales sin graduado escolar o de autoempleo para parados, cooperativas de vivienda joven, bolsas de trabajo, guarderías o modestos medios de comunicación de barrio. Es a través de esas iniciativas como se han creado los 6.000 puestos de trabajo citados en el estudio, 700 de los cuales son empleados directos de estas asociaciones.

Fracaso escolar

Entre las entidades estudiadas hay grupos que trabajan con menores que padecen fracaso escolar, como Semilla, de Villaverde Alto; Fundación Iniciativas Sur, de Orcasitas; La Kalle, de Puente de Vallecas, o Proyecto San Fermín, de Usera; otras que prestan apoyo social y laboral a ex toxicómanos y ex reclusos, como Traperos de Emaús o la Coordinadora de Barrios, y algunas que organizan actividades culturales y de comunicación en zonas periféricas, como Tele K, Radio Vallekas, Radio ELO o el Ateneo Libertario de Villaverde. También las hay que gestionan vivienda barata de alquiler para jóvenes, como la Torre San José y las cooperativas de Pueblo Unido y Orcasur."La relevancia de estas iniciativas queda de relieve si tenemos en cuenta que entre todas han creado más puestos de trabajo que una gran empresa como la Talbot", explica Alguacil.

En los 18 barrios investigados, con una población cercana a los 400.000 habitantes y más de 50.000 parados, estas entidades han mejorado la formación de 15.000 personas, según datos del estudio.

"¿Qué sería de Villaverde Alto si no existiese Semilla, que trabaja con 400 chavales de la zona, muchos de ellos con problemas de adaptación y de fracaso escolar?", se pregunta Alguacil. "Estas iniciativas han nacido como reacción ciudadana al deterioro de las condiciones de vida de los grupos más débiles en grandes ciudades como Madrid", concluye Alguacil.

El difícil equilibrio entre vivir de las subvenciones y mantener la independencia de criterios es uno de los asuntos actualmente a debate entre estas organizaciones.

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