Réplica

Es de justicia que EL PAÍS dé cabida a alguna carta de réplica a la carta tendenciosa de Blanca Andréu titulada Juan Benet y la arquitectura, publicada el pasado 24 de noviembre, un artículo destinado únicamente a atacar al colectivo de ingenieros de Caminos de este país.Todo el texto de Blanca Andréu está perfectamente orientado no a defender una opinión sobre el llamado "segundo borrador" (lo que sería perfectamente legítimo), sino a presentar una imagen del ingeniero de Caminos como un profesional deshumanizado, prepotente y explotador, cuyas actividades "deterioran la calidad de vida", según afirma.

Dice que los estudiantes de ingeniería pasan varios años estudiando "megaestructuras" (desconozco por completo qué es una megaestructura y dudo que algún alumno de ingeniería lo sepa) mientras los de arquitectura se preparan para "aplicar la escala humana a todos sus proyectos".

No voy a referirme a los numerosos desafueros arquitectónicos que pueblan nuestras ciudades, pero sí quiero que sepa Blanca Andréu que en el actual plan de estudios de la Escuela de Caminos se incluyen unas cuantas asignaturas que, por la materia que en ellas se imparte, bien podrían ser calificadas como de "escala humana". Me refiero a asignaturas como Ingeniería Ambiental, Paisaje, Arte y Estética de la Ingeniería, Ecología, Planificación Urbana, materias cuya aplicación práctica contribuye sin duda a aumentar la calidad de vida de todos.

¿De dónde saca que la finalidad del llamado "segundo borrador" es autorizar a los ingenieros para que puedan construir viviendas ajenas? En el plan de estudios citado hay varias asignaturas de edificación y estructuras, que capacitan a los ingenieros de Caminos para construir "viviendas ajenas", cosa que vienen haciendo desde hace muchos años, lo que, al parecer, ella desconoce. Afirma que los jóvenes arquitectos ganan menos que una asistenta, pero al mismo tiempo dice que se instalan sus viviendas y estudios en su barrio, el más bello de la ciudad, que es precisamente el más caro. No sé si en ese barrio al que se refiere vivirán muchas asistentas. Menciona el paro y la explotación que sufren los jóvenes arquitectos (y está en lo cierto, sin duda), pero compara su situación -y he aquí la falacia- con la de los "grandes estudios de ingeniería".

¿Por qué no compara la situación de los jóvenes ingenieros con la de los grandes estudios de arquitectura? Unos y otros también existen. ¿Sabe Blanca Andréu que hay actualmente cerca de novecientos ingenieros de Caminos en paro? ¿Sabe que los ingenieros recién salidos de la Escuela de Caminos tardan más de dos años en encontrar trabajo y cuando lo encuentran es para ganar también sueldos de asistenta por trabajar jornadas de diez o doce horas a pie de obra? ¿Podría Blanca Andréu explicar públicamente qué le hemos hecho los ingenieros de Caminos de este país para que, una y otra vez, arremeta de esa forma contra todo un colectivo profesional?-