Atentos

Se ha dicho del matrimonio, e incluso de quienes lo promueven, que son instituciones que alivian a veces algunos de los males que ellas mismas provocan. En modo parecido, la sentencia del Tribunal Supremo de los Lores no ha hecho sino remediar la barbaridad cometida por el Tribunal Superior (tan... inferior, tan apegado a la ley del embudo) al dictaminar que un jefe de Estado debe, por serlo, quedar impune de crímenes contra la humanidad como el torturar e incluso asesinar masivamente sin juicio previo, etcétera. Hemos de seguir, pues, atentos en ese maquiavélico reparto inglés de funciones "entre el policía bueno y el malo", no vaya a ser que, a pesar de las declaraciones de los lores, Blair, etcétera, después de presumir de justos, no intenten salvar oscuros intereses propios actuando de "misericordiosos" y dejen que se escape de un justo juicio ese sangriento dictador impenitente, que sólo cabe compadecerse y llorar, tener lástima, de sí mismo.- . .