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Amiantos, tierras contaminadas y pilas

El depósito de seguridad, a pesar de su nombre, tiene prohibida la recepción de elementos radiactivos, inflamables u orgánicos. Todas las sustancias que aquí llegan deben ser analizadas antes en Valdebebas. Por ejemplo, unos 27.000 litros de hidrocarburos procedentes de la empresa Aureca, que sufrió un derrame hace unas semanas junto al río Jarama, estuvieron almacenados en el depósito de seguridad varios días hasta que, finalmente, la Consejería de Medio Ambiente decidió que los residuos fueran destruidos en el Reino Unido para evitar cualquier peligro. Ramón Sánchez, jefe del Servicio de Infraestructuras Ambientales de la Comunidad, comenta que los controles son muy rigurosos."Nunca se permite la entrada de un elemento no autorizado. La filosofía de este vertedero es la seguridad máxima. No queremos ningún tipo de accidente", señala.

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La Comunidad ha enterrado 440.000 toneladas de residuos peligrosos en San Fernando

El principal cliente del vertedero es la incineradora de Valdemingómez, que vierte cada año más de 20.000 toneladas de cenizas. De hecho, la llegada de estos residuos colmató, antes de lo esperado, el primero de los vasos de las instalaciones. La planta tuvo que abrir un nuevo contenedor para acoger tan alto volumen de residuos.

Tras las cenizas de la incineradora de Valdemingómez, los polvos de acería (metales pesados) suponen otras 20.000 toneladas de desechos al año, seguidos de las tierras contaminadas (7.000), los amiantos (6.000), los lodos de hidróxidos -procedentes de la fabricación de monedas- (5.000), los lodos de las depuradoras industriales (5.000) y las colas de disolventes (4.000).

Las pilas convencionales sólo suponen 600 toneladas de residuos al año. El Ayuntamiento de Madrid es el organismo público que más pilas entrega en este vertedero (350 toneladas), seguido de la Comunidad (200). Y El Corte Inglés es la empresa privada que más pilas da al depósito para su destrucción. Esta entidad hizo llegar el año pasado cerca de 50 toneladas.

Las pilas de botón, en cambio, llegan en muy escasa cantidad al depósito, a pesar de ser altamente tóxicas: sólo una de cada tres. En 1997 se recibió una tonelada. José Vicente de Hoyos, director de las explotaciones, cree que la "paulatina concienciación ciudadana" incrementará en los próximos años la llegada de pilas de botón a San Fernando.

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Antes del enterramiento de las pilas de botón, los gestores de las instalaciones -la empresa privada TPA, del grupo FCC- extraen el mercurio y la plata que encierran en su interior.

El mercurio se entrega a las minas de Almadén para su reutilización, al igual que la plata, que se da al gremio de joyeros. Aproximadamente de cada 25 kilos de pilas de botón se sacan dos kilos de mercurio.

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